El PSG, todo un ejemplo de elegancia

El PSG, todo un ejemplo de elegancia

Mientras que en España se discute sobre si debería el Real Madrid haberle hecho pasillo al FC Barcelona por La Liga ganada, el PSG invitó al capitán del modesto Les Herbiers a levantar la Copa.

Como todo indicaba, el París Saint Germain se hizo con su tercer título de la temporada tras derrotar a Les Herbiers por 2-0 en la final de la Copa de Francia. A este hay que sumarles los anteriormente logrados por el equipo de Unai Emery que son la Ligue 1 y la Copa de la Liga.

Parecía que el encuentro no iba a tener mayor trascendencia, pues el rival así lo indicaba. Les Herbiers es un equipo que está peleando por no descender en la categoría Nacional de Francia, la que corresponde a la Segunda «B» en España. Por esa razón parecía que el PSG, conjunto para el que se suele recomendar online para apostar por él como campeón de los títulos en el país galo, no tendría mayores dificultades para ganar la final.

Sin embargo, más allá del resultado y de lo ocurrido en el terreno de juego, la noticia saltó al acabar el mismo. El PSG, de la mano de su capitán Thiago Silva, decidió darle el reconocimiento al mérito de su rival invitando al capitán a levantar el título junto con el brasileño. Todo un honor para un futbolista que compite dos categorías más abajo en donde no suele verse rodeado de algunos de los mejores jugadores del mundo.

De esta manera, el equipo parisino demostró una gran humildad a pesar de haber sido escandalosamente superior a todos sus rivales en Francia, donde nadie ha podido rechistarle esta temporada. Un hecho del que otros clubs y ligas tendrán que aprender. Sin ir más lejos, en España se lleva hablando varias semanas sobre si era necesario el pasillo o no al FC Barcelona por parte del Real Madrid en el último clásico.

Los azulgranas venían de conquistar LaLiga Santander la anterior jornada, pero el equipo blanco decidió no hacerle ese homenaje al considerar que los culés rompieron dicha tradición de honorar a los campeones en el clásico de ida en el Santiago Bernabéu, el 23 de diciembre. En él, los merengues llegaban con el Mundialito bajo el brazo y no recibieron pasillo alguno, hecho que molestó en el conjunto blanco y que llevó a Zinédine Zidane a tomar dicha decisión.

Por si fuera poco, a la siguiente jornada, el Villarreal sí que le hizo el pasillo al Barça, demostrando que ellos sí que respetaban esa tradición. Su entrenador Javier Calleja fue el primero en querer participar de un acto que casi venera más al que lo hace que al que lo recibe.

Por esa razón, parece que el fútbol español, así como otros muchos, tendrían que aprender del gran gesto que tuvo un París Saint-Germain con un equipo que soñó con levantar la Copa de Francia y que en cierta medida lo logró. Todo un reconocimiento para Les Herbiers, que como mínimo podrán guardarse la foto de su capitán con el trofeo.

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