Teófilo Cubillas fue un mago del balón que deslumbró en los años 70

Teófilo Cubillas fue un mago del balón que deslumbró en los años 70
Cubillas es para muchos, uno de los mejores futbolistas sudamericanos de la historia. FOTO: Colgados

Fue sin duda uno de los mejores futbolistas sudamericanos de todos los tiempos: Teófilo Cubillas. Aquel centrocampista ofensivo de los años 70 y 80 que maravilló al mundo con sus excelente golpes francos y que consiguió llevar a Perú a ganar la Copa América del 75 y disputar dos cuartos de final mundialista.

Nacido en 1949 al norte de Lima, el «Nené», apodo por el que era conocido, muy pronto destacó con la pelota en los pies. Su primer club de niño fue el Huracan Boys, conjunto de su barriada con el que consiguió sobresalir hasta el punto de ser contratado para las categorías inferiores de uno de los grandes equipos de la ciudad, el Alianza de Lima.

Con tan solo 17 años, Teófilo hizo su debut en primera división. No pudo ser más afortunado. Primera temporada en la élite y máximo goleador de la liga peruana con 19 tantos. Un presagio de la leyenda que acabaría siendo. El buen hacer en su primer año le valdría la convocatoria con la selección peruana para las eliminatorias de clasificación del Mundial de México 70, cita a la que se presentaría con tan solo 21 años.

Teófilo Cubillas, historia de Perú en los Mundiales 

En el país azteca, Cubillas se iba a dar a conocer definitivamente, con un papel protagonista en una selección que llegaría a cuartos de final. Cinco goles en cuatro partidos serían la carta de presentación de un futbolista que reunía talento, potencia con una arrancada descomunal, una habilidad innata con el balón y una precisión de francotirador profesional en las faltas tanto de media como de larga distancia. Pero sobre todo gol, mucho gol.

Todo ello, unido a unos compañeros que no se desentonaban en absoluto, pues a su lado se encontraba los integrantes del rodillo negro del Alianza (Pitín Zegarra, Baylon o Périco León) o Hugo Sótil, la otra gran estrella de la selección. Ante semejante panorama, solo la Brasil de Pelé sería capaz de bajar del carro a los peruanos por un espectacular 4-2. O Rei ya advertía del peligro de Cubillas, con una frase premonitoria: «no se preocupen, ya tengo sucesor en Teófilo Cubillas».

Sin embargo, su brillante papel en el país mejicano no pasó en vano para los ojeadores europeos que decidieron invitar a un combinado de jugadores del Deportivo Municipal y el Alianza para realizar giras por Europa. Allí, la «dupla de oro» formada por Sótil y Cubillas encandilaría al viejo continente con exhibiciones que aun se recuerdan como el 4-1 ante el Bayern de Munich, donde hasta el gran Frank Beckhenbauer sería ridiculizado a base de caños, regates y fintas. Y por supuesto, goles.

Su espectacular rendimiento le valió para ser considerado segundo mejor jugador de Sudamérica por detras de Pelé en 1972, cuando solo contaba con 23 años. Ello le llevó finalmente a ser fichado por el Basilea suizo donde en solo seis meses pudo llevarse la Superliga suiza.

En Europa triunfó con el Oporto 

El rendimiento no obstante en el club helvético le valió para ser fichado por el Oporto, club donde permanecería tres años y medio, y donde se convertiría en un ícono para la afición. 65 goles en 108 partidos que le valieron para ganar una Copa portuguesa y varios subcampeonatos, que de no haber coincidido con el gran Benfica de Eusebio habrían significado títulos.

En el Oporto se verían los mejores años de Cubillas, que además en 1975 lograría un hito histórico: levantar con su selección la Copa América. Brasil en semifinales (con un antológico gol de folha seca) y Colombia en la final serían las víctimas de un torneo que por entonces se jugaba a doble partido y sin sede fija.

Argentina 78 y la mancha de Perú

En 1977, la nostalgia del «nené» se haría patente y volvería a su club de toda la vida, el Alianza, con el que ganaría las ligas de ese mismo año y el 78. Precisamente, ese último año volvería a verse al gran mejor Cubillas en una gran cita, la del mundial de Argentina 78, donde Perú llegaría nuevamente a cuartos de final, siendo derrotada por Argentina en el polémico 6-0 del posible soborno.

En ese torneo, Cubillas dejaría un gol de leyenda en un partido de la primera fase contra Escocia. Un lanzamiento magistral con el exterior que figura en todos los manuales de como meter un gol de falta. Sería ese el último año al máximo nivel del «nené», que dejaría su Alianza para jugar en la liga norteamericana, donde consiguió ser máximo goleador del torneo y dejar para la historia un sorprendente hattrick en tan solo 7 minutos.

Fin de carrera 

Tras jugar el Mundial de España con un papel muy discreto y después de varias idas y venidas por su Alianza y la LFS, en 1988 Teófilo Cubillas decía adiós. En su palmarés, el título de máximo goleador de su selección, el séptimo mejor anotador en Mundiales y uno de los 50 mejores futbolistas de todos los tiempos según la FIFA.

Ostenta, como colofón la curiosa marca de no haber sido nunca amonestado, y solo haber recibido una tarjeta amarilla en sus 19 años de carrera. Además, el reconocimiento unánime de ser el centrocampista con más gol de todos cuantos han existido en el planeta.

Julio Muñoz

Periodista, especialista en fútbol internacional y retro. Escribo en Colgadosporelfutbol.com y me puedes seguir en @juliomv1982
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