Última actualización 26 junio, 2013 por Alberto Llopis
El Levante y el Rubin Kazan empataron a 0 en el partido de ida de los octavos de final de la Europa League. Fue encuentro tenso, emocionante y disputado, donde los locales dominaron durante 80 minutos, pero donde en los últimos instantes pudieron acabar perdiendo.
Empezó apretando el conjunto de JIM, que en el minuto 4 dispuso de la primera oportunidad en un saque de esquina que Ballesteros remató al palo. Un anticipo de lo que iba a ser una primera mitad dominada de cabo a rabo por los granotas ante un equipo que permanecía en la retaguardia al igual que hiciera con el Atlético de Madrid.
El mismo patrón iba a seguir en la reanudación. Un Levante volcado que se iba a ver favorecido por una injusta expulsión de Ansaldi tras una discutida plancha con Ballesteros parecía tener todo controlado. Sin embargo, una terrorífica entrada de Michel -llegó muy tarde- puso la igualdad numérica de nuevo en el césped y cambio por completo el diseño del encuentro.
Porque aunque el Levante siguió teniendo el control de la pelota y de las oportunidades, permitió la llegada al contragolpe del equipo ruso, que llegó a disponer de dos clarísimas ocasiones que se estrellaron en el larguero y que dejaron el marcador en un 0-0 que deja todo para la vuelta, aunque eso sí, con ligera ventaja para los de JIM según se vio en el campo del Ciutat de Valencia.