Última actualización 17 abril, 2014 por Alberto Llopis
¿Ha llegado el Barcelona de Messi al final de su ciclo victorioso?. Tal vez era a lo que la fatídica profecía Maya se refería cuando hablaba de catástrofe y fin de una etapa de la vida, quizás se referían al final de ciclo del Barcelona triunfal.
El repaso de ayer en Munich, recuerda al palo que el AC Milán le endosó hace ya 19 años al «Dream Team» de Johan Cruyff. Aquella final en Atenas, donde el equipo italiano barrió al por entonces uno de los mejores equipos de principios de la década de los 90’s, marcó el final de una generación que practicó un fútbol de salón, de alta escuela, un fútbol de ensueño. Ese día cerró uno de los capítulos más brillantes de la historia » Culé».
Después del repaso recibido por el Barcelona ayer en Munich es inevitable que las alarmas se hayan disparo, aunque si bien es cierto que el bajón del Barcelona viene siendo evidente desde hace tiempo. Con la Liga en el bolsillo, el equipo ha pegado un bajón de rendimiento evidente. Por cierto, aquel equipo que perdió la final de Atenas por cuatro goles también había ganado la Liga, aunque más ajustado (aquel fatídico penalti de Djukick).
Después de varios años paseando por los campos de España y Europa, endosando serios correctivos a sus rivales parece que el fútbol del Barcelona se ha hecho predecible, parece que el equipo depende de la magia de Leo Messi.
El argentino, pese a no parecerlo, es humano y también tiene limites físicos, algo que en el Barcelona se olvidaron, cargando todas sus esperanzas sobre el argentino. Lo cierto es que sin él, los números bajan muchos enteros y el ataque del Barcelona se convierte en una posesión plana, de mucho toque pero cada día más predecible para las defensas rivales. Mucho toque y poca profundidad
Otro capitulo aparte es el de la defensa. Un equipo con tanto presupuesto y tan confiado en su potencial ofensivo que se olvidó de fichar defensas. Con Piqué y Puyol solo como centrales puros, el técnico se ha tenido que inventar a futbolistas reconvirtiendo a mediocentros o laterales en esa posición. Contra el Levante por ejemplo, el Barcelona formó con cuatro laterales en defensa, todos cambiados de posición. Parece que se les olvidó que también hay que defender después de tantos años de abusar con el balón.
Si a todo esto, le sumamos que los pesos pesados (Xavi o Puyo por ejemplo) van cumpliendo años, podríamos hablar que el Barcelona necesita este verano reforzar y reestructurar su plantilla, que posiblemente se ha acabado un ciclo.
Capitulo aparte, es las desgracias personales que ha sufrido el grupo con las enfermedades de Tito Villanova y Abidal, que por fortuna y esperemos que no vuelvan más, parecen superadas. Ese tipo de cosas pueden tocar anímicamente pues llegaron en el momento más directo de la temporada y donde quizás, Roura, el sustituto temporal de Titio no supo gestionar el grupo. ¿Fin de ciclo? a corto plazo lo sabremos.