Última actualización 20 junio, 2013 por Julio Muñoz
Neymar, con una actuación formidable, dejó hoy a Brasil prácticamente clasificado para las semifinales de la Copa Confederaciones (2-0) y a México en el abismo, eliminado si Italia puntúa hoy contra Japón.
El ’10’ de Brasil jugó su mejor partido con la selección, marcó el primer gol, toda una genialidad, le regaló una asistencia perfecta a Jô para que redondease el marcador en el descuento y contribuyó de forma decisiva a la mejoría de imagen y de juego de su equipo, que está en ascensión A México le faltó la garra del primer partido contra Italia. Desdibujado y bien marcado por el competente medio campo de los anfitriones, tampoco pudo sorprender al contragolpe, la que suele ser siempre la mejor arma de la tricolor.
En un partido en el que apenas se vio a Javier ‘Chicharito’ Hernández, el equipo mexicano no dejó buen sabor de boca y no llegó a generar sensación de que pudiera lograr el empate.
Brasil, con dos victorias, suma seis puntos y lidera el Grupo A, a la espera del Italia-Japón, que podría sellar la clasificación de los anfitriones a semifinales y la eliminación de México, a no ser que se dé una victoria nipona.
En un inicio de partido trepidante, Brasil impuso un ritmo de juego sofocante, acorde con el calor y la humedad extremos de Fortaleza, y colocó a México contra las redes en los primeros quince minutos.
La selección anfitriona salió henchida de moral con el apoyo incondicional de una afición enardecida, que cantó el himno nacional con tal pasión que a buen seguro erizó la piel de los jugadores.
El propio Neymar antes del partido declaró que jugaría imbuido del espíritu contestatario que se ha extendido por Brasil en los últimos días y que se ha exteriorizado en una oleada de protestas por todo el país.
No defraudó a su promesa el flamante fichaje del Barcelona. Fue el jugador más activo de su equipo y protagonista de las mejores ocasiones, incluido el gol de la victoria.
Su sociedad con Marcelo en la banda izquierda funcionó a la perfección y le permitió desbordar en velocidad y superar el marcaje del lateral Carlos Salcido en varias ocasiones a lo largo del partido.
El rédito del trabajo de Neymar llegó, sin embargo, en una jugada por la banda derecha, en un centro de Daniel Alves, que desvió de cabeza Francisco Rodríguez antes de que la estrella local fulminase la meta rival con una volea con la zurda.
En esos frenéticos minutos iniciales, Alves dispuso de otra gran ocasión, en un centro-chute que despejó el portero José Corona con una gran estirada cuando parecía que el destino del balón no era otro que la escuadra.
El colegiado inglés Howard Webb también anuló bien, por fuera de juego, un gol de Oscar, que podría haber agrandado la ventaja de los anfitriones en sus mejores minutos.
Luego México, con una labor ingente en el centro de la cancha, con la colaboración de la defensa más adelantada, consiguió equilibrar las fuerzas, contener las embestidas brasileñas y arañar sus primeras ocasiones.
El Tri causaba inquietud sobre todo en jugadas por la banda de Giovani dos Santos o de Hiram Mier, pero ningún centro parecía capaz de encontrar la cabeza de Javier ‘Chicharito’ Hernández.
Tras el descanso, México quiso ser más ofensivo, pero brindó espacios que permitieron a Neymar crear buenas ocasiones en contraataques en velocidad, como una pared con Hulk, que erró en el remate, o un tiro cruzado del propio ’10’ de Brasil.
El cuadro de José Manuel de la Torre se vio perjudicado por los errores en los pases y por la intensa presión que ejerció Brasil en el centro de la cancha, sobre todo a partir de la entrada de Hernanes, un cambio que solidificó la medular de la Canarinha.
Más allá de un tiro desviado de Salcido, México no creó más peligro en la segunda parte, ante un Brasil muy cómodo con tres volantes, un dibujo táctico con el que, en los minutos finales, se dedicó más a aguantar que a tratar de ampliar su ventaja.
En el descuento Neymar redondeó la noche colándose en el área pequeña con un eslalon, para regalarle una asistencia perfecta a Jô, que hizo el segundo y definitivo.