Última actualización 28 junio, 2013 por Alberto Llopis
¿Quién te ha visto y quién te ve? España, especialista en dejar Mundiales y Eurocopas en la lotería de los penaltis, es hoy en día una consumada experta en estas lides. Cuando empatar era perder, ahora es ganar. Así, de rápido y sencillo, lo que un día es negro, el otro es blanco. La Roja ha pasado de una historia tenebrosa en las tandas de penaltis a ser la mejor. ¿El motivo? Extraordinarios lanzadores, un portero con mayor capacidad de detener penas máximas (Casillas por Zubizarreta) y confianza, mucha confianza. En Colgados por el Fútbol, repasamos todas las tandas de penaltis de la selección española, notando un ligero cambio a partir de 2008:
España-Bélgica: los cuartos de final de México 86 parecían asequibles, más que nunca, pero los «diablos rojos» se cruzaron en el camino y forzaron la primera pena máxima de la historia de la selección en partidos oficiales. Zubi bajo los palos fue incapaz de detener un sólo lanzamiento. Pfaff en cambio detuvo uno, a Eloy Olalla.
España- Inglaterra: de nuevo los cuartos y en esta ocasión el anfritrión de la Euro 1996 en ni más ni menos que Wembley. Seaman contra Zubizarreta, Hierro contra Shearer. Como no podía ser de otra forma, el portero español volvió a irse sin detener un penalti. Seaman si paró el de Nadal. Previamente, Hierro había estrellado un balón al larguero. Los ingleses jamás volvieron a ganar ninguna más.
España-Irlanda: los octavos de final, ya con Casillas bajo los palos nos dieron la primera alegría en estas suertes. El joven guardameta español se convirtió en héroe improvisado de un partido que tuvo de todo. Muchos penaltis, una torsión testicular y emoción a raudales. Iker detuvo tres penas máximas en todo el encuentro.
España-Corea: El Mundial 2002 se recordará por el papel de los coreanos en su Mundial de 2002. Tras acabar los 120 minutos con empate a 0 gracias en parte a un colegiado de nombre Al Ghandour y a su juez de línea, España tenía que buscar el pase a las semifinales en la tanda de penaltis. Parecían favoritos, pero esta vez Iker no paró un solo penalti y Joaquín, el mejor del partido, erró el cuarto lanzamiento del combinado de Camacho.
España-Italia: fue un antes y un después. Como siempre, en cuartos. Buffon contra Casillas en el duelo por ver quién era el mejor portero del mundo. Cuando nadie daba un duro, cuando todos creían que pasaría lo de siempre, saltó la sorpresa. Iker paró dos penaltis que contrarrestó el fallo de Güiza. Cesc anotaba un tanto que hacía fregarse los ojos de millones de personas. Ocurrió en la Eurocopa 2008.
España-Portugal: de nuevo una Eurocopa, la de 2012. Un duelo ibérico que acabó en empate a 0 y que se resolvió en una tanda agónica, donde España empezó perdiendo y acabó ganando sin permitir siquiera que Cristiano Ronaldo lanzará su último penalti. La suerte había cambiado de barrio.
España-Italia: una competición menor como la Confederaciones se hizo mayor con la presencia de dos equipazos en un gran partido, en el que no hubo goles, pero sí emoción e intensidad. Todo acabó con 0-0 como cinco años atrás y se hubo de ir a los once metros. Buffon contra Casillas otra vez. Ninguno paró un penalti, porque hubo exhibición de lanzamientos y lanzadores. Mucha calidad, hasta que Bonnucci la envió a las nubes.