Última actualización 13 julio, 2013 por Alberto Llopis
Para aquellos que no sigan de forma habitual las categorías inferiores, hay que decir que éstas viven una situación todavía más peligrosa y delicada que la de muchos equipos moribundos de la Primera División. El caso más destacado es el de la Segunda División B que está en grave de peligro de sufrir una transformación muy problemática. Al margen de la novedad o involución de volver a eliminar los dorsales fijos en una plantilla que tanto favorecían a público y periodistas para el reconocimiento de jugadores, ahora se plantea una disyuntiva terrible. El tema de los avales.
La nueva normativa de la Real Federación Española de Fútbol indica que los equipos con impagos deben de presentar un aval de una determinada cantidad con la que proteger los salarios de sus jugadores si quieres disputar la próxima temporada. En total, hasta 29 equipos están obligados a depositar una cantidad que suele oscilar entre los 125.000 y 200.000 euros (el Racing lo supera con 400.000), cifras muy altas para escuadras con bajos presupuestos.
De momento, dos de ellos, el Puertollano y el Badajoz ya han anunciado que no podrán avalar significando su descenso administrativo, situación que podrían seguir siete conjuntos más, incapaces todavía de avalar la cantidad exigida. Entre ellos, la Cultural Leonesa, equipo al que se le ha denegado el aval de 400.000 exigidos por subir a Segunda B. El problema se agrava todavía más por varios factores. De los 29 equipos que deben de presentar el citado documento, la mayoría son andaluces lo que podría provocar un redefinimiento del grupo IV de la Segunda B que podría dejar de ser tal y como ahora se concibe (conjuntos andaluces y del Sur principalmente) pues no está nada claro que equipos van a presentar o no el aval.
En Colgados por el Fútbol ya hemos mostrado en muchas ocasiones nuestro pesar por la compra de plazas de equipos de fútbol, pues entendemos que el balompié no es más que un deporte y como tal juego lo que se gana en un terreno de juego no debe perderse en un despacho. Por supuesto, para nada quiere decir que se vaya en contra del pago a los jugadores, pero sí creemos que existen muchos otros medios con los que evitar este desaguisado. El primero, el de empezar por el de la responsabilidad de los dirigentes.