Última actualización 6 abril, 2024 por Alberto Llopis
La historia nos ha dejado equipos de leyenda, jugadores trotamundos y otros que se han dejado la piel por defender unos colores durante toda su carrera. Estos últimos son los protagonistas de hoy. Hombres que consiguieron colocar al equipo asturiano entre los mejores de España antes y después de la Guerra Civil. Desde Colgados por el fútbol queremos recordar un grupo de jugadores que llevaron al Real Oviedo en volandas al principio de su historia.
El Real Oviedo fue fundado en 1926 gracias a la unificación de los dos equipos por excelencia de la capital asturiana durante dichos años; El Real Stadium Club Ovetense y el Real Club Deportivo Oviedo. El gran portero del primero, Oscar Álvarez, fue el principal culpable de la creación del nuevo club al mediar entre ambas directivas, las cuales habían mantenido una brutal rivalidad hasta entonces.
Tras varios años quemando categorías inferiores el Real Oviedo debutó en la Primera División en la temporada 33/34 y lo hizo por la puerta grande ante el gran F.C. Barcelona. Aun así, el Real Oviedo puede presumir de firmar el mejor estreno de un equipo en la máxima categoría del fútbol español en toda su historia. Aquel partido termino con una goleada antológica, una de las mayores encajadas por el club azulgrana en todos los tiempos. El partido acabó con un 7-3 a favor de los asturianos.
Los valientes que escribieron sus nombres en el archivo de la historia fueron; Oscar Álvarez, Calichi, Sion, Mugarra, Sirio, Chus, Casuco, Gallart, Langara, Emilín y Herrerita. Por cierto, éste último, es considerado el segundo fichaje más caro de la época, sólo superado por el de Ricardo Zamora por el Real Madrid que costó alrededor de 30.000 pesetas.
Hasta el comienzo de la Guerra Civil española se vivieron tres intensas Ligas en las que en todas Langara, dejó su sello goleador. En las tres se coronó como pichichi de la competición con 26,27 y 28 goles llevando al Oviedo hasta el tercer puesto y semifinales de la Copa del Rey. Con el estallido de la guerra se disolvió la primera delantera eléctrica y el fabuloso devenir del equipo. Casuco falleció durante el conflicto, Langara se vio obligado al exilio en México, donde se convirtió en un ídolo. No había entrenador, los jugadores estaban dispersos y las ametralladoras inundaban las frías trincheras sobre el césped de un estadio derruido a causa de los bombardeos.
Con el fin de la guerra se reanudó la competición en 1940. Lamentablemente los asturianos no pudieron disputar la primera Liga, debido a todos los problemas anteriores, pero la R.F.E.F. le guardo la plaza para el siguiente año. Dicha organización invito al Atlético Aviación para cubrir la plaza ovetense y casualidades de la vida o no, se proclamaron campeones.
Con el comienzo de la temporada 40/41 reaparece la figura del mítico Herrerita, alma del equipo anterior a la guerra. Firmo en blanco para dar ejemplo a muchos jugadores indecisos e incluso hizo las labores de técnico y delegado durante muchos partidos. Tras un par de temporadas complicadísimas el Real Oviedo consigue mantener la categoría, reforzar el bloque y contratar como técnico a Manuel Meana.
Aunque durante los años cuarenta no se alcanzarían los éxitos anteriores a la guerra, los años 45/46 y 46/47 son considerados los mejores de la historia del club. Siempre entre los 6 primeros de la tabla y juntando a la denominada tercera delantera eléctrica; Antón, Goyín, Echeverría, Herrerita y Emilín. A estos nombre había que sumar la inestimable e importantísima aportación goleadora de Cabido y Langara, que había regresado del exilio para retirarse en el Oviedo. Durante estos años consiguió liderar la clasificación durante 28 jornadas, para terminar en un más que formidable 4º puesto las dos temporadas y volver a alcanzar las semifinales de la Copa del Generalísimo.
Claro esta que todo se termina, y a finales de los cuarenta comienza el declive de la primera época dorada de este mítico club. La hornada de los Herrerita, Emilín, Langara o Antón llegaba a su fin y sin relevo a la vista el Oviedo comenzaba a pasar serios apuros para mantener la categoría. Con Langara retirado, Emilín traspasado al eterno rival (Sporting de Gijón), y Herrerita lesionado de extrema gravedad, el Real Oviedo ponía punto y final a 13 temporadas en Primera División con el fallecimiento del único presidente del equipo hasta la fecha, Carlos Tartiere.
El 13 suele ser un numero maldito, envenenado o gafe para el 99% de la civilización, pero no para los carbayones, que, casualidades del fútbol, ya en los años noventa vivieron su segunda época dorada con otras 13 temporadas en la categoría de oro. Ese es otro tema, otro fútbol y otra época que desde Colgados prometemos analizar próximamente.