Última actualización 29 enero, 2014 por Julio Muñoz
Que duda cabe de que en Estados Unidos también se juega al fútbol. Semifinalista la selección en el primer Mundial de Uruguay allá por 1930 con un equipo plagado de jugadores ingleses, los norteamericanos dieron una muestra de querencia por el deporte rey con la organización del Mundial de 1994 o con la disputa de la final de la Copa Confederaciones en 2009 dejando en el camino a la todopoderosa España. Pero, ¿qué pasa con su liga? ¿Por qué no aparece en los informativos? ¿Por qué no tiene repercusión?
Pues bien, para aquellos que no lo sepan, la liga estadounidense es la Major League Soccer (MLS) y más que estadounidense podría definirse como una competición norteamericana pues son hasta tres los equipos canadienses que la conforman. En total, 19 equipos divididos al más puro estilo NBA en dos conferencias (Este y Oeste) de 10 y 9 conjuntos que conforman una de las ligas más singulares del planeta, que duda cabe.
Singulares porque al tradicional fútbol se añaden los siempre toques norteamericanos. Al margen de los dos grupos zonales, existen los playoffs que juegan los cinco mejores de cada conferencia enfrentándose en primera instancia el cuarto y quinto clasificado de la conferencia para determinar el cuarto semifinalista. Luego de determinar el campeón de cada zona mediante eliminatorias a doble partido, se disputa la final a encuentro único en casa del equipo con más puntos de la liga regular entre los dos finalistas.
No es ésta la única peculiaridad. Existen los famosos topes salariales conocidos por la NBA. Cada equipo no puede gastar más de 2.950.000 $ en fichas de toda la plantilla, lo que provoca que el salario promedio sea de unos 160.000 dólares, cantidad escasa si la comparamos con la Segunda División inglesa o española, si se quiere incluso. Ningún jugador puede ganar más de 368.750 dólares, salvo que elegido jugador franquicia, figura que permite a los clubes fichar libremente hasta tres jugadores sin contar para el tope salarial.
Los clubes son franquicias y como ocurre en baloncesto no hay descensos ni ascensos. Solamente, los tres primeros juegan la Copa de Campeones de la CONCACAF. Existen premios al mejor jugador, jugador de la semana, all-star y una política enfocada a la salida de jóvenes talentos norteamericanos merced al trabajo con la cantera de los clubes y la oportunidad dada a los chavales más desfavorecidos.
Si bien por la MLS han pasado grandes figuras desde su creación en 1993 (Henry, Beckham son los más señalados si bien en los años 70 y 80 llegaron a jugar los mejores de la época como Pelé), hoy en día no parece que sea el mejor destino de las grandes estrellas. Los futbolistas, quizás más destacados sean Landon Donovan, Robbie Keane, Marco Di Vaio o Federico Higuaín, hermano del Pipa. Y es que pese al enorme potencial económico, no todo se conquista a base de dinero en Estados Unidos. El fútbol, la mayor prueba.