Última actualización 23 enero, 2014 por Alberto Llopis
Curioso este 23 de enero. Por un lado se ha conocido que 33 presidentes del fútbol profesional (entre ellos todos los de Primera menos Betis, Málaga y Athletic) junto a Ángel María Villar y Javier Tebas han firmado un documento de apoyo a Del Nido para que este sea indultado y escape de la sentencia judicial que dictamina su entrada en prisión. Por otro lado, y más sorprendente ha resultado la dimisión de Sandro Rosell al frente del FC Barcelona, cuando escasamente lleva menos de cuatro años en el cargo dando paso a Bertomeu al volante de la nave barcelonista hasta la convocatoria de elecciones anticipadas en el próximo mes de junio.
Noticias de diferente calado informativo que ponen a ambos ex presidentes en el foco de las miradas de millones de personas. Por sus errores y aciertos. Errores en el caso de ambos, porque Del Nido, como constata la sentencia judicial correspondiente, cometió delito continuado de malversación en el marco del denominado ‘caso Minutas’, recibiendo un total de 2,8 millones de euros del Ayuntamiento de Marbella en forma de minutas sobredimensionadas o facturas por trabajos inexistentes. Errores en el caso de Rosell porque nunca aclaró el pago del fichaje de Neymar y se enfrenta ahora a una querella por posible“apropiación indebida por distracción” en la contratación de Neymar.
Condenado uno, ni siquiera imputado todavía el otro, lo que está claro es que los dos han respondido de forma diferente a problemas similares. Del Nido, pese a la imputación y primera sentencia, siguió en el cargo, se agarró al poder y desoyó a quien le pedía su dimisión manchando la imagen del Sevilla. Rosell, por contra, ha preferido lavar la imagen del club, preservar su prestigio y hasta su honradez personal.
Allá hecho bien o mal en el caso Neymar, lo que está claro es que pocos se van de un club tan importante como el del Barcelona sin ni siquiera tener una imputación judicial sobre la mesa. Los estatutos de Can Barça le permitían seguir aunque ésta se hubiera producido al prevalecer la presunción de inocencia. Él, sin embargo, honesto ha demostrado que es más importante el honor que el poder.
En un país donde banqueros, políticos, deportistas de alto nivel y otros cientos de personajes ilustres no paran de cometer atrocidades y siguen indemnes en sus cargos, que el presidente del Barcelona haya hecho esto representa un ejercicio de hombría. Esa, que Del Nido, ha parecido no tener, más aún después de pedir un indulto que de producirse resultaría insultante a millones de personas que sufren los rigores de una crisis, producida en parte por tipos como él.