Última actualización 28 enero, 2014 por Julio Muñoz
¿Si tuvieras que elegir al mejor Real Madrid de la historia con cuál te quedarías? ¿El de la cinco Copas de Europa? ¿Tal vez el de la Quinta del Buitre y las cinco Ligas? ¿Acaso el de la sexta Copa de Europa? ¿O por contra el de los Galácticos? ¿Incluso, tendría cabida el actual equipo blanco? Muchas preguntas que no tienen respuesta fácil pero que vamos a tratar de resolver dentro de la subjetividad que entraña comprobar hasta qué punto el Real Madrid de esta nueva década puede marcar una época.
Por títulos, que duda cabe que el Real Madrid de los años 50 estaría por delante de todo equipo madridista que jamás haya existido. En esa década consiguió nada más y nada menos que adjudicarse cinco Copas de Europa de forma consecutiva y además cuatro Ligas. Un equipo comandado por Alfredo Di Stéfano, Puskas y Kopa que hacía estragos en las defensas contrarias y que encontraba curiosamente mayor resistencia en la Liga con el Barcelona que en Europa donde entonces sólo jugaban los campeones de cada campeonato estatal.
Un gran equipo como también lo fue el de la Quinta del Buitre. Un conjunto antagónico al de las cinco Copas de Europa, porque su éxito no se cimentó a nivel internacional sino a escala nacional. Si bien ganó dos Copas de la UEFA, nunca llegó a disputar la final de la máxima competición continental, algo que sin embargo, no emborronó para nada las cinco ligas conseguidas, muchas de ellas con enorme suficiencia y batiendo registros de goles, imbatibilidades y excelencia. Una combinación perfecta de jugadores de cantera y extranjeros de calidad que también se produjo en la plantilla de la sexta.
En aquel entonces, Pedja Mitjatovic dio la ansiada Champions en un equipo donde jugaban futbolistas de la talla de Seedorf, Suker, Illgner, Roberto Carlos o los españoles Hierro, Morientes o Raúl. Equipazo que sin embargo, naufragó constantemente en la Liga, donde llegó a acumular cuatro temporadas sin levantar el trofeo.
Aunque quizás, si algún equipo levantó elogios fue el Real Madrid galáctico que entrenó Vicente del Bosque. Un once que tenía estrellas de todo tipo y donde Zidane guiaba a un grupo en el que Ronaldo ponía los goles, Figo las asistencias, Beckham el trabajo y la técnica, Hierro la experiencia y Raúl era el emblema de la cantera junto a un emergente Casillas.
Un equipo hecho a base de talonario que posiblemente resultó ser más estético que practico. El Bernabéu se convirtió en una especie de coliseo donde era posible ver a un grupo de malabaristas con el balón que sin embargo no lograron todo lo que debieron haberlo hecho en parte por contar con dos equipos como el Valencia y el Deportivo de la Coruña que gozaban de la mejor época de su historia.
Dos Ligas, una Champions fue el bagaje del primer mandato de Florentino que compiten en la sombra con su nuevo proyecto 2.0. Un Real Madrid 2013-14 que ha batido el récord de imbatibilidad de siete encuentros sin recibir gol, que camina firme de la mano de Cristiano Ronaldo camino de los 100 puntos en Liga y más de 120 goles a favor al término de los 38 partidos.
Números de récord donde Europa, el termómetro de siempre del club, será el que determine si nos encontramos ante el mejor Real Madrid de la historia. Un gran bloque con menos individualidades y más sentido del grupo, donde sólo uno parece salirse de la norma y para bien. Evidentemente, nos referimos a Cristiano. De él, también dependerá parte de los éxitos próximos merengues y que este debate cobre vigencia en los próximos meses o no.