Última actualización 27 marzo, 2024 por Alberto Llopis
La tragedia de Hillsborough fue algo que nunca debió de haber ocurrido. Máxime cuando se tenía la experiencia de lo que había ocurrido cuatro años antes en la tragedia de Heysel.
El 15 de abril de 1989, el día de la tragedia de Hillsborough
Esa fecha, es sin duda una fecha negra para el fútbol británico y mundial. Ese día, esa tarde durante la disputa de las semifinales de Copa entre Liverpool y Nottingham Forest se iba a producir una de las mayores desgracias que se recuerdan en un campo de fútbol, la tragedia de Hillsborough, el estadio ubicado en Sheffield que fue testigo de la muerte de 96 personas.
Cuatro años después de lo acontecido en Heysel, los aficionados «reds» iban con la ilusión de ver a su equipo llegar a una nueva final de la FA Cup. Enfrente, un histórico venido a menos, que buscaba también una final en un escenario que ya había servido en no pocas ocasiones para albergar semifinales de FA Cup. Un duelo de grandes del fútbol inglés que iba a tener un resultado dramático tras confluir una serie de factores no deseados.
96 perdonas perdieron la vida
El grueso de aficionados del Liverpool fue ubicado en las Lepping Lane, la zona norte y oeste. 24.000 aficionados abarrotaron la mitad de un estadio que tenía capacidad para 40.000 espectadores y que lógicamente acogió muchos más si atendemos a que se dieron cita otros 29.000 seguidores del Forest. Un tremendo error de la organización, deseosa de vender más entradas de las debidas y que provocó un caos que acabó con una avalancha mortal.
Mortal porque fueron 96, los aficionados «reds» que perdieron la vida aprisionados contra las vallas, porque fueron 796 los seguidores heridos y porque fueron miles las personas que directa o indirectamente quedaron afectados por aquel suceso. Ocurrió a los seis minutos de empezar el partido, a las 3:06 PM de ese citado 15 de abril de 1989, con el partido recién comenzado. Fueron muchos los que criticaron el comportamiento de los «hoolingans» del Liverpool. Lo que atacaron su conducta, incluido el Gobierno y la Federación inglesa y la UEFA.
La sanción de la UEFA a los equipos ingleses
Tanto que al Liverpool y al resto de equipos ingleses se les prohibió jugar en Europa durante seis años. Tanto que Margaret Thatcher acometió un famoso informe Taylor que obligaba a los conjuntos británicos a eliminar las vallas alambradas, las localidades de pie, a no vender alcohol, a implantar cámaras de seguridad y a emprender una cruzada que acabara de una vez por todas con el fenómeno «hooligan».
Excepcionales medidas, sólo que tuvieron un fallo. Se mintió, se faltó a la verdad. No fueron los seguidores los culpables (entre los que se encontraba el luego leyenda ‘Red’ Steve Gerrard). Fue la organización. Se permitió más gente de la debida, no se tomaron las oportunas medidas de seguridad y eso tuvo un precio: demasiado caro, la muerte de 96 personas, que nunca se podrá olvidar. Nunca.