Última actualización 6 abril, 2024 por Alberto Llopis
Rusia ha sufrido un nuevo palo en un Mundial. Ya van muchos para una selección que alcanzó las semifinales en Inglaterra 1966 y que desde entonces apenas ha paseado unos cuartos de final en 1970 y unos octavos en 1986, ambos en suelo mexicano. Campeona de Europa en 1960, el actual desastre toma más trascendencia cuando se tiene en cuenta que Rusia albergará el próximo campeonato del mundo dentro de cuatro años y cuando se comprueba que las inversiones económicas realizadas apenas dan éxito.
Sin duda, gran parte de la culpa -que no exclusiva- la tiene Fabio Capello. El seleccionador ruso es el técnico mundialista que más cobra del mundo con mucha diferencia sobre el resto. El italiano se lleva 9,6 millones de dólares anuales, cifras muy altas si se tiene en cuenta que el segundo que más cobra es Scolari con 6,2 millones de dólares y que entrenadores como Low o Del Bosque apenas llegan a los 3,5 millones de dólares. La cifra incluso resulta disparatada si se compara con el seleccionador ghanés James Kwasi Appiah que con dificultades arriba a los 240.000 dólares o con Jorge Luis Pinto que con un sueldo de 380.000 dólares ha metido a su selección de Costa Rica en octavos de final con brillantez.
Sueldos seleccionadores nacionales en millones de dólares:
- Fabio Capello: 9,6
- Felipe Scolari: 6,2
- Roy Hodgson: 5,5
- César Prandelli: 4,1
- Joachim Low: 3,48
- Vicente del Bosque: 3,4
- Ottmar Hitzfield: 3,4
- Louis Van Gaal: 2,6
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- Alejandro Sabella: 900.000 dólares
- Fernando Santos: 690.000
- James Kwasi Appiah 240.000
Rusia lleva invirtiendo mucho dinero en los últimos años en el fútbol. La Premier League rusa ha seducido a grandes estrellas como Hulk o Eto’o a golpe de talonario y son ya muchos también los dirigentes de esa parte del mundo que tienen en sus manos los destinos de algunos de los equipos más poderosos del mundo.
Sin embargo, algo sigue fallando a nivel de clubes y en la selección. En Brasil, Capello se dejó en casa a dos de las grandes estrellas del momento (Arshavin y Román Pavliuchenko). Optó por llevar a 23 hombres que disputan la liga local y el desastre ha sido de dimensiones catastróficas. No ganó ningún partido y apenas pudo empatar con Corea y Argelia a uno. Algo muy grave si se tiene en cuenta que la selección rusa llevaba 12 años sin pisar una Copa del Mundo.
A cuatro años vista del próximo Mundial, nadie duda de que el dinero facilitará estadios impresionantes. Pero, ¿y los jugadores? Aquí no interviene el instrumento económico, sino más bien el trabajo y la disciplina. Capello tiene mucha faena.