Última actualización 5 abril, 2024 por Alberto Llopis
Saido Berahino es uno de esos futbolistas con historia. Nacido en Burundi un 4 de agosto de 1993, sus primeros pasos con el fútbol fueron jugando partidos con pelotas hechas con cartones o cualquier material que valiera para hacer algo parecido a una pelota. Sin ningún medio, su talento se forjó jugando descalzo por las calles de su ciudad natal, Bujumbura, de la que tuvo que huir con su madre a los 10 años. La guerra y la miseria que azotaban Burundi y África en general lo llevaron a Inglaterra.
Entre 1995 y 2003, el conflicto armado de Burundi, dejó aproximadamente 300.000 muertos según fuentes de la ONU. Uno de ellos fue el padre de Saido. Esto, obligó a que el jugador saliera dirección las islas británicas donde su madre residiía desde 2001 pero el viaje no fue para nada fácil. Con ayuda de un familiar, tuvo que atravesar Kenia y Tanzania casi sin medios e incluso realizar un test de ADN en Inglaterra para que su madre se pudiera hacer cargo de él.
Una vez allí su drama siguió. No entendía nada de inglés, tenía 10 años y el cambio era muy brusco pero una vez más, el fútbol demostró que puede salir al rescate de todo. Comenzó a jugar en una liga escolar y se salió a base de goles. Un ojeador del WBA acudió a verlo bajo la premisa de que había un chaval que «marcaba millones de goles en las ligas infantiles». No tardaron en ficharlo.
Desde ahí hasta ahora una carrera meteórica. Internacional en todas las categorias inferiores de Inglaterra, su país de adopción, debut en la Premier League y convertirse en uno de los mejores delanteros ingleses del momento algo que le ayudó a ser llamado con la selección inglesa de la que a buen seguro y si sigue así, se convertirá en uno de los fijos en los próximos años. Saido Berahino, uno de esos jugadores con historia.