Última actualización 12 noviembre, 2015 por Alberto Llopis
Hay un axioma absoluto e imperecedero en el mundo del fútbol que casi siempre es verdad: los jugadores jóvenes necesitan tiempo para explotar a su máxima expresión. Ciertamente, dicho axioma no es nada del otro mundo cuando entendemos que todo joven en cualquier ámbito necesita ganar experiencia en el oficio y curtirse en el mismo para poder convertirse en un futbolista de calidad. Pero eso requiere conocer su función, trabajar arduamente y saber adaptarse a las diferentes vicisitudes que debe confrontar un deportista. En el caso de Adnan Januzaj, el atacante belga del Manchester United que está cedido en el Borussia Dortmund, nos encontramos con un incordio que es digno de análisis.
La trayectoria del imberbe extremo/enganche (depende de a quién le preguntes) había comenzado bastante bien en la nefasta temporada de David Moyes en Old Trafford, siendo él, con su juego energético, habilidoso y emocionante, un punto positivo en un año rebosante de desgracias deportivas y humillaciones. Con solo 19 años, ya era visto como uno de los mejores jugadores del club y tal era la estima que ostentaba en la institución que le cedieron el legendario número once de Ryan Giggs para que lo usara en la temporada 2.014/15, con Louis Van Gaal en la dirección técnica.
La llegada del holandés significó una reestructuración del plantel con un desembolso monetario importante –además de un éxodo masivo de jugadores que ya no daban para más- y la realidad es que Januzaj no cuajó una temporada para nada buena; las antípodas de lo conseguido con Moyes.
Con varias lesiones, con un bajón de rendimiento importante y con un equipo que constantemente alteraba su sistema táctico para atisbar una esquiva regularidad, el espigado belga parecía estar cayendo en un síndrome de segunda temporada que le pasaba a todos los jugadores jóvenes que explotan en su primer año y ya en el siguiente les es más difícil mantener su nivel.
El ritmo de la Premier League y la contundencia física de la liga lo afectó sobremanera en ese segundo año como futbolista de máximo nivel. Entonces decidió tomar cartas en el asunto y se preparó durante sus vacaciones con un entrenador personal para arribar a esta nueva temporada con mayor robustez para batallar con los defensores de la liga inglesa.
En la pretemporada rotó partidos grises con actuaciones similares a la de su época con Moyes –como ese gol al Barcelona donde dejó plantado a Bartra- y Van Gaal apostó bastante por él en los primeros partidos con cuatro titularidades en todos los partidos que jugó –incluyendo uno contra el Aston Villa donde el United ganó uno a cero con gol de Januzaj. Pero la verdad es que su rendimiento contra los otros rivales fue pobre: se le vio lento con la pelota, todavía era débil protegiendo el balón por lo que perdía la posesión repetidamente y no se le vio una progresión genuina en su juego.
Por eso en el último día del mercado, el belga se marchó cedido al Borussia Dortmund para tratar de conseguir más minutos y empaparse de la sapiencia de un grupo de jugadores que practicaban un fútbol más constituido y ofensivo –que encajaba con el estilo de Januzaj-, a diferencia del United cuya vertiente es más conservadora y todavía se encuentra en vías de desarrollo.
Actualmente, Januzaj no ha podido jugar más de dos partidos de titular y solo ha jugado seis en total. Y en solo uno de ellos participó los 90 minutos. No se ha terminado de adaptar a su nuevo entorno e incluso se le ha criticado su lentitud –lo mismo ya había hecho Van Gaal en su momento-, sin mencionar que ni las constantes lesiones de Marco Reus le han dado espacio para tener más minutos y jugadores como Ilkay Gündögan o Shinji Kagawa (otro que no fructificó en el Manchester United) tienen mayor jerarquía en el juego del equipo.
Lo que debería ser un año para florecer como futbolista en una liga más propensa al buen juego y sin tantas exigencias físicas se ha convertido en un escenario lóbrego para el extremo que Moyes una vez asemejó a Johan Cruyff.
¿Qué es lo mejor para Adnan Januzaj? Esta semana han surgido rumores acerca de que Van Gaal lo quiere de vuelta en el Manchester porque no ha visto muchos minutos y piensa que tendrá más actividad en Inglaterra porque en Dortmund no ha funcionado como se esperaba. También han salido artículos en la prensa belga donde mencionan la aparente falta de compromiso de Januzaj y que es por eso que en ambos equipos no ha tenido regularidad –cosa que es altamente preocupante.
Futbolísticamente hablando, Adnan es un jugador técnico, exquisito y que es capaz de asistir con brillantez. A diferencia de muchos futbolistas habilidosos de ahora cuyo estilo de juego se parece a los de corte callejero y exhibicionista, el de Januzaj es más clásico; salvando las distancias (obviamente), su juego se parece a los Laudrup o Zidane de antaño: individuos que patinaban la cancha y se movían con la gracia de una sinfónica en todo su esplendor. Januzaj tiene mucho potencial, pero un defecto mayúsculo del mundo del fútbol actual es que no paran de inflar a los jugadores que debutan de buena manera y los catalogan como la próxima gran cosa que va a dominar.
Y eso parece haber afectado la idiosincrasia de trabajo del atacante porque no ha atisbado regularidad y su rendimiento ha bajado a cuotas alarmantes. El chico aún no ha logrado mucho en el deporte y debe fajarse para mejorar cada partido hasta el punto en que sea una primera opción; no tener una actitud que no encaja con las exigencias del momento.
Un retorno al United puede ser lo mejor en este punto con un equipo que tiene un plantel corto y el propio DT holandés declaró recientemente que prefiere contar con pocos jugadores porque así recurre a la cantera en tiempos de crisis; esto puede funcionar para un Januzaj que requiere más acción dentro de la cancha. Pero si va a seguir siendo suplente regularmente, un préstamo a un equipo de la Premier puede ser recomendable –la idea es que juegue cada semana para crecer como jugador y que vuelva a trabajar con determinación. Algo extraño cuando mencionamos dicha preparación en sus vacaciones, pero hay algo en esta historia que debe ser revelado.
Adnan Januzaj es un incordio. Está en una encrucijada donde no se sabe con seguridad si es extremo o enganche, cosa que influye en su falta de crecimiento deportivo, y donde la carencia de minutos aunado a una aparente disminución de su determinación han ultrajado lo que parecía ser una proyección natural para convertirse en uno de los mejores jugadores ofensivos en el futuro. Aún puede serlo, pero debe entender que no solo basta con talento; también influye la dedicación y el esfuerzo que uno le ponga. Eso último aún no lo tiene aprendido.
¿Qué opinan de la carrera de Januzaj hasta el momento y qué creen que debería hacer para retomar el sendero perdido en el 2.014? ¡No se abstengan de comentar!