Última actualización 26 mayo, 2018 por Alberto Llopis
Increíble pero cierto. No son muchos los jugadores que pueden presumir de poder jugar una final de Champions, ni tampoco los que son capaces de grabar con letras de oro su nombre en la misma. No va a ser el caso de Lorius Karius, el portero del Liverpool quien se convirtió en el protagonista de la final de la Champions 2017-18 pero para mal. El portero alemán regaló una final que volvió a ganar el Real Madrid, la cuarta en 5 temporadas, la tercera seguida.
El guardameta, nacido en Biberach, Alemania en 1993, cometió un error garrafal en el primer gol del Real Madrid cuando regaló el balón a Benzema para que marcara a placer y que la impotencia le llevó incluso a protestar una jugada donde él la había liado parda como se suele decir.
Por si el chaval no tenía poco, se iba a volver a comer un tiro desde lejos de Bale haciendo gala al apodo que le pusieron hace un tiempo en Inglaterra, «manos resbaladizas». Sin duda una noche para olvidar para el joven portero que no estuvo a la altura de una final como ésta. Él mismo se dio cuenta de ello y acabó llorando al termino del partido.