Última actualización 7 marzo, 2024 por Alberto Llopis
¿Se imaginan comerse un supositorio? A veces la falta de información puede ser muy perjudicial para la salud y sobre todo para la imagen de uno mismo. El mejor ejemplo podría ser el del futbolista Cicero Ramalho, un tipo peculiar. Y es que este delantero brasileño, jugó en el Real Murcia y el Levante UD en Segunda y Segunda B aunque no se le recuerda por sus habilidades en el campo, que no eran pocas para una categoría de segundo nivel. Desgraciadamente para él, se le recuerda por tener la desafortunada idea de comerse un supositorio.
Cicero Ramalho, el futbolista que se comió un supositorio
Y es que en 1989, cuando militaba en las filas del Real Murcia, le recetaron unos supositorios por una infección. El brasileño, posiblemente creyó que era un dátil, lo engulló sin pensárselo dos veces, provocándole una gastroenteritis que lo tuvo tres días encerrado en el cuarto del baño. Después, argumentó que se lo había comido porque en la zona de Brasil donde vivía, no había visto nunca uno en su vida y se pensaba que se consumía por vía oral.
Este hecho le provocó un aluvión de risas y comentarios jocosos que afectaron anímicamente al bueno de Ramalho que todo sea dicho, tuvo la gran suerte que el hecho ocurrió a finales de los 80 y no a día de hoy, en pleno siglo XXI donde las redes sociales hubieran echado humo con memes y chistes diversos. Pero como el brasileño es un tipo peculiar donde los haya, tenía que volver a dar la nota. En 2007, con 42 años, volvió a jugar en el Baraunas, un modesto equipo brasileño. Con 103 kg de peso, marcó goles y todo ello por una apuesta con el presidente de dicho club. Todo un fenómeno que dejó para siempre esta anécdota tan curiosa como absurda a partes iguales.