Última actualización 16 noviembre, 2012 por Julio Muñoz
El Barcelona ganó hoy por 2-1 al Celtic de Glasgow tras sufrir una agonía y gracias a un gol del lateral Jordi Alba en el tiempo de descuento. Con este resultado, el Barcelona sigue al frente del grupo G de la Liga de Campeones con nueve puntos en tres jornadas y el equipo escocés se queda con cuatro.
Pronto se vio que el partido no iba a ser sencillo para un Barcelona sin ritmo ante un rival muy bien ordenado y con las ideas muy claras. Esta vez no hubo inspiración de Lionel Messi y tampoco le acompañaron Pedro y Alexis Sánchez por las bandas. El «tridente» ofensivo del Barcelona apenas aportó cosas.
Además, el conjunto azulgrana echó mucho de menos a Sergio Busquets, sancionado, y su sustituto, el camerunés Alex Song, hizo poco en la construcción. A cambio, el canterano Marc Bartra estuvo bien en el centro de la defensa. Precisamente el joven defensa, apenas utilizado esta temporada, tuvo una gran oportunidad a los 18 minutos, pero se encontró con el buen arquero Forster. Gran ocasión, magnificada porque el Celtic se adelantó al minuto siguiente.
Ocurrió con un centro de Mulgrew desde la derecha que el griego Samaras cabeceó y el argentino Javier Mascherano desvió con la espalda para marcar en su propio arco. Fue el cuarto autogol del Barcelona esta temporada.
Entonces el equipo local entró en colapso. Acaparó la posesión de balón, pero no la utilizó en nada práctico. Principalmente porque no hubo profundidad ni rapidez, pero además porque los puntas tampoco desbordaron.
Sin embargo, el Barcelona logró el empate justo antes del descanso y en su acción más meritoria de la primera mitad. Se asociaron Messi, Xavi Hernández y Andrés Iniesta para que este último marcara con calidad.
La segunda parte fue todavía más parada que la primera, sin ningún ritmo, y el Barcelona nunca impuso su teórica superioridad.
Tito Vilanova, técnico del Barcelona, utilizó para los últimos minutos la vía más directa y sacó a David Villa al campo. El español estuvo a punto de marcar a los 90 minutos con un disparo que estrelló en el palo.
Pero al Barcelona todavía le quedaba una bala en la recámara, aunque la portaba un defensa. Fue Alba quien en el descuento se vistió de delantero y empujó un centro de Adriano.
El conjunto catalán ganó a su débil rival con dos goles anotados en el descuento de cada parte. Sigue logrando victorias, pero su juego carece por el momento de la estética y autoridad de antaño.