Última actualización 13 enero, 2013 por Alberto Llopis
La matinal del domingo nos presentaba un partido de altos vuelos entre dos equipos de la parte alta de la table, entre dos de los mejores equipos de la Liga a día de hoy. Dos equipos con muchos canteranos en su once por cierto.
El Benito Villamarín era el escenario elegido para albergar el partido entre el Real Betis y el Levante UD, quinto contra sexto antes de empezar la jornada. Dos equipos que prometían un partido de alto nivel. En el Betis echaban de menos a Beñat, en el Levante a Vicente Iborra y Obafemi Martis que no iba a iniciar la partida.
El partido iba a empezar pronto a dar emociones. En el minuto 7 el Betis iba a dar un golpe encima de la mesa. En un contragolpe magistral a una salida de un corner a favor del Levante y tras una combinación genial a tres toques entre Jorge Molina, Rubén Castro y Joel Campbell y que este ultimo iba a rematar la jugada batiendo por bajo a Munúa.
El partido era dinámico, con ambos equipos intentando llegar al arco contrario pero sin concretar ninguna jugada. Pero destacando el extremo bético, el costarricense Joel Campbell mostrando su verticalidad y calidad. En el minuto 45 terminaba el primer tiempo sin ningún minuto de descuento en una primera parte jugada a un ritmo frenético.
La segunda parte iba a comenzar con un susto tremendo, Pape Diop mediocentro del Levante se iba a quedar Ko durante unos segundos tras un golpe en la cabeza en un salto por el balón que no parecía tener consecuencias. Por suerte el senegalés se iba a recuperar tras la intervención de los doctores.
En el minuto 12, Roger iba a perdonar el empate de nuevo para el Levante, tras una asistencia de Martins iba a ser incapaz de marcar a bocajarro ante el meta del Betis, en la segunda ocasión clarisima. El Betis ponía el balón y el juego y los granotas las ocasiones.
En el minuto 18 Rubén Castro iba a marcar un tanto de bella factura. Un extrordinario control orientado y un disparo pegado al palo izquierdo de Munúa. Golazo y 2-0 para el Betis.
Con el marcador a favor, clasificados en posición Champions y espoleados por su público el Betis comenzaba a gustarse con posesiones largas y un juego preciosista.
Al final del partido, Rubén Castro iba a perdonar el tercer fallando un gol clamoroso y rematando casi con la espinillera mandando el balón al corner tras una gran jugada individual de Agra.
Al final el Betis se lleva el gato al agua y se sitúa cuarto, el Levante baja al octavo puesto aunque sigue con todas sus opciones de pelear por Europa.