Última actualización 7 enero, 2020 por Alberto Llopis
Antonio Mohamed es un tipo especial, un entrenador hecho de otra pasta. Ya lo era cuando era futbolista profesional. Y es que el argentino, flamante campeón de la Liga MX con los Rayados de Monterrey, es uno de esos personajes que nos deja el fútbol y que para bien o para mal, nunca suele dejar indiferente a nadie.
Conocido por el turco por el origen árabe de su progenitor, es una mezcla de diferentes culturas pues también tiene sangre chilena y yugoslava por parte de su madre. No en vano, su nombre, Ricardo Antonio Mohamed Matijevich, no encaja con el típico nombre de un hombre nacido en Villa Soldati, en Buenos Aires.
Antonio Mohamed, un tipo con carácter
Quizás precisamente por esa mezcla de culturas y razas de su ADN, Antonio Mohamed es un hombre con carácter y provocador. Ya como futbolista era un tipo diferente. Jugaba de delantero y ya por aquel entonces era corpulento y coqueteaba con el sobrepeso. Cuenta una leyenda en México que era un asiduo a las hamburguesas de cierta conocida cadena de comida rápida. No en vano, rondaba los 87 kilos de peso como futbolista en activo.
Como jugador triunfó en Toros Neza, un equipo que causó sensación en ese momento. Pero si por algo se le recuerda era por sus extravagancias: cortes de pelo raros para la época, pelos teñidos, pelucas y máscaras para las fotos y botas de colores, algo no tan normal por la época.
Un paso desafortunado por el Celta de la Liga española
El Turco tuvo un paso muy desafortunado por la Liga española. No duró mucho, tan solo 12 jornadas en el banquillo del Celta de Vigo donde solo consiguió ganar 3 partidos. Como anécdota, el día de su debut en Balaídos en un partido ante el RCD Espanyol, un recogepelotas del club vigués le pegó un pelotazo que le rompió sus gafas de sol
Huracán, Rayados de Monterrey y la promesa a su hijo Faryd, fallecido en 2006
Tras ganar la Liga MX con los Rayados de Monterrey, Antonio Mohamed rompió a llorar en un desgarrador llanto mientras todo el mundo celebraba. El motivo no era otro que la emoción ante una promesa cumplida a su hijo Faryd quien falleció en 2006 en un accidente de tráfico mientras se encontraba con el Turco en Alemania siguiendo los partidos de Argentina en el Mundial que se estaba celebraba en el país germano.
«Mi hijo Faryd era un amante del fútbol. Perdió la vida en un Mundial con solo 9 añitos. Era de Monterrey y de Huracán. En ese viaje me dijo: ‘Ahora que volvemos a Argentina tenemos que ascender a Huracán’. Yo le dije que no sería posible porque no seguía más en el club. Pero él me siguió insistiendo: Mi sueño es que asciendas a Huracán y verlo en primera. Y después en México para que saques campeón a Monterrey me dijo. Ambas cosas pude cumplirlas y por eso, el título con Monterrey tiene tanta carga emocional” confesó Antonio Mohamed tras conseguir la gesta. Hablando de Huracán, el Turco llegó a entrenarlo gratis por su amor al club argentino.
Mohamed seguirá en el Clausura 2020 dirigiendo a Rayados
El técnico argentino, que protagonizó una curiosa discusión con Jurgen Klopp en el pasado Mundialito de Clubes celebrado en diciembre de 2019, seguirá en el Clausura 2020 dirigiendo a Rayados con serias posibilidades de revalidad el título de campeones.
Luego de revisar varios de los sitios de apuestas revisados previamente por SportsBettingDime, pudimos comprobar que el Monterrey tiene una oportunidad decente de combinar su impresionante carrera a través del grupo de la Liga para hacerse con el título de Clausura 2020. Actualmente tienen una probabilidad de +500 para ganar el Clausura 2020, solo superado por el Club América con una predicción de +400.
Volviendo al Torneo de Apertura, tienen marca de 7-2-1 en sus últimos 10 partidos, registrando una impecable diferencia de goles de +12 en ese lapso. El América, por otro lado, obtuvo un 4-0-4 en sus últimos ocho. Si bien la Liga MX está bastante equilibrada esta temporada, hay pocas razones para pensar que Monterrey no continuará con su formula triunfadora este año. Veremos si el Turco continua su racha ganadora.