Última actualización 16 abril, 2024 por Alberto Llopis
Los cuartos de final de la Champions de la temporada 2008-09 iban a deparar un partido típicamente inglés. El Chelsea había vencido en la ida disputada en Anfield por 1-3, por lo que los reds se lo jugaban todo a una carta en Stanford Bridge. Y el espectáculo no iba a defraudar. Ocho goles, cuatro de ellos en los últimos quince minutos, y al final el Chelsea el que se iba a llevar el gato al agua. Todo ello arbitrado por el colegiado español, Luis Medina Cantalejo.
Guus Hiddink, convocado casi de la galera como entrenador interino dos meses antes, se calzó el traje y siguió la línea de sus predecesores llevando al Chelsea FC a su quinta incursión en las semifinales de la UEFA Champions League en seis temporadas. Pero claro, antes de codearse con los grandes, tuvo que deshacerse del Liverpool FC en unos cuartos de final de locos.
Chelsea 4 Liverpool 4: Un partido inolvidable
La paliza recibida por los Reds en el partido de ida, donde cayeron 1-3, parecía ponerle un bozal a sus sueños. Sin embargo, un golazo de tiro libre de Fábio Aurélio y otro desde los doce pasos por obra de Xabi Alonso les inyectaron vida. Aunque el Chelsea respondió con tantos de Didier Drogba, Alex y Frank Lampard en la segunda mitad.
El Liverpool seguía dando pelea y recuperó la ventaja. Un desvío de Lucas y un testazo de Dirk Kuyt mantenían en vilo a los hinchas locales hasta que Lampard, con un minuto en el reloj, se puso el traje de héroe una vez más, llevando al Chelsea a la siguiente ronda, donde les esperaba el FC Barcelona.
A pesar de la baja de Steven Gerrard por lesión, el Liverpool dejó claro desde el vamos que quería dar vuelta la tortilla, aunque le faltaba precisión en los primeros toques. Sin embargo, encontraron la red enseguida, gracias a un golazo de tiro libre de Fábio Aurélio.
El Liverpool siguió atacando y estiró su ventaja con un penal convertido por Alonso. Hiddink reaccionó al toque, metiendo mano en el equipo para darle más punch al ataque del Chelsea. El ingreso de Nicolas Anelka fue clave, ya que su participación derivó en un autogol de Reina tras un centro presionado por Drogba.
A pesar de que Alex vio la roja, con un misil de tiro libre que terminó en gol, el Chelsea amplió la ventaja con un tanto de Lampard tras una maniobra de Drogba. Aunque Lucas y Kuyt recortaron distancias para el Liverpool, el Chelsea, guiado por un Lampard encendido, mantuvo la compostura y aseguró su lugar en las semifinales.