Última actualización 18 junio, 2013 por Julio Muñoz
Se sabe que las comparaciones son odiosas. También injustas pues épocas diferentes siempre están rodeadas de circunstancias diferentes o situaciones distintas. Sin embargo, existe una tendencia casi unida a la condición del ser humano en comparar prácticamente cada persona, cada cosa con algo anterior. El fútbol, por supuesto, no escapa a esta regla y uno de los debates más extendidos es siempre el de ¿cuál es el mejor equipo de la historia? Eterno debate que acompaña a cualquier selección o club que domina de forma categórica un período de tiempo determinado, ya no sólo en resultados, sino también en cuanto a estilo y forma de jugar. De forma cronológica analizamos los mejores equipos de la historia del fútbol:
1- La Máquina de River: posiblemente el primer gran equipo de la historia del fútbol. Domino Argentina gracias a una delantera compuesta por cinco magníficos como Juan Carlos Muñoz, José Manuel Moreno, Adolfo Pedernera, Ángel Labruna y Félix Loustau. Su éxito lo basaban en la alternancia y rotación de puestos. No había una posición fija determinada, todos hacían de todo y bien. Los años 40 fueron suyos conquistando dos ligas en la temporada 42 y 43. Fueron los precursores del falso nuevo y los inspiradores del falso 9. Muñoz explicó la filosofía del equipo en una frase antológica: «Salíamos al campo y jugábamos nuestra táctica: tomad la bola, dámela a mí, una gambeta, esto, lo otro y el gol venía solo. Generalmente el gol tardaba en llegar y la angustia era porque los partidos no se definían pronto. Dentro del área claro que queríamos hacer gol, pero en el centro del campo nos divertíamos. No había prisa». Moreno, resumía con su dicharachero carácter como se las gastaban: «Sí, me gusta la noche, ¿y qué? No me vengan con eso de que tome leche; la vez que tomé leche jugué mal». Les llamaban los Caballeros de la angustia, por el afán a resolver partidos en los últimos minutos.
2- Hungría del 54: fue el mejor fútbol jamás practicado nunca en un terreno de juego. Lo tenían todo. Voracidad, gol, fuerza, coraje, raza y dominaban los partidos con tal autoridad que parecía imposible vencerlos. De hecho, estuvieron 32 partidos invictos ganando los Juegos Olímpicos del 52 y arrasando a cualquier equipo que se pusiera enfrente. Entre ellos, Inglaterra al que le metieron 6 en Wembley y 7 en Hungría, y por supuesto Alemania a la que ganaron 8-3 en la fase de grupos del Mundial de Suiza. El problema es que esa misma Alemania en una tarde lluviosa les ganó cuando no debían perder: en la final del Mundial. Fue el milagro de Berna. El día en que Ferenc Puskás, Zoltán Czibor, Sándor Kocsis, Nándor Hidegkuti, Ferenc Szusza, József Bozsik y Gyula Grosics y todo ese equipo de oro mordió el polvo. El fin de los mejores.
3- Real Madrid de las cinco Copas de Europa: Gento, Kopa, Puskas, Santamaría y Di Stefano. ¿Quién no ha oído hablar de esos nombres? Era el Madrid de los 50, en el que se juntaron el mejor del mundo y el mejor goleador del mundo. El resultado: cinco Copas de Europa, Intercontintales, Ligas y Copas del Generalísimo. Un equipazo que marcó una era, la era de dominio más larga jamás hecha por un equipo. Tenían todas las alternativas posibles sobre un campo de fútbol: fantasía, táctica, goles, improvisación y un sinfín de cualidades que tardaríamos días en relatar.
4- Brasil del 70: Felix, Carlos Alberto, Brito, Piazza, Everaldo, Clodoaldo, Gerson, Jairzinho, Pele, Tostao y Rivelino…menuda alineación llevaron los sudamericanos a México. Habían ganado dos Mundiales anteriormente, pero ninguno como el del 70. Eran cinco mediapuntas en un mismo once, dos laterales que eran extremos, un delantero que era un creador…en fin fantasía pura y dura. El gol imposible (28 toques, siete jugadores tocándola y tres regates incluídos) definen un estilo donde lideraba todo un rey llamado Pelé. Los críticos dicen que tenían un estilo lento, pero ganaron convencieron y golearon. El 4-1 a Italia en la final da buena fe de ello.
5- La Holanda del 74: no ganaron, pero es que no se necesita ganar para pasar a la historia. Esa, precisamente es la gran mentira del fútbol. Hay tiros al palo que son más bonitos que muchos goles. Ganó Alemania, pura ingeniería, pero la Naranja Mecánica lo bordó. Los delanteros hacían de medios, los medios de defensa y así hasta que el defensa confundía los defensas del rival con los extremos. Cruyff era el estandarte pero Neeskens y sobre todo el entrenador Rinus Michels eran los padre del invento. Fútbol total, todos defendían, todos atacaban para lo bueno y lo malo. No consiguieron el Mundial, sino algo más, ganar la Historia.
6- Alemania del 74: combinaron un Mundial y una Eurocopa. Fueron muy buenos, excelentes, pero no llegaron al fondo del corazón de los aficionados porque era todo sistemático, programado. Tenían que ganar y ganaban. Eran eficaces, solventes, alemanes. Maier, Beckenbauer y un Torpedo de apellido Müller eran los responsables de todo.
7- La Brasil del 82: era el equipo imperfecto más perfecto que ha habido nunca. Jugó como sólo Hungría lo hizo. Lo tenía todo. Laterales de largo recorrido, mediapuntas de ensueño, creadores, Zico, Sócrates, sin duda, la mejor selección de siempre de Brasil. Pero cometieron un error, no tenían un 9 de garantías. Y ello, y un tal Rossi la liquidó. Sin embargo. en el recuerdo permanecerán como los mejores de una etapa, como los del «jogo bonito» del 82, como la selección más bella que nunca ha habido.
8- AC Milan de Sacchi: un estratega y once soldados que hacían caso a su General. Defensa adelantada, pressing axfisiante, preparaciones físicas excelentes merced a un invento llamado entrenar en «dobles sesiones». Eran una máquina de matar donde Güllit ponía las pistolas y Van Basten las balas. Nápoles, Madrid y dos Copas de Europa, además de dos Intercontinentales pueden dar fe de ello. Más de cuarenta partidos invicto, la obsesión de Sacchi le ocupaba todos los minutos del día. Un día se acercó a Van Basten mientras el jugador almorzaba. Quería precisar un detalle del juego, un problema menor que a Sacchi le parecía inaplazable. Van Basten no aguantó más. Se giró y miró a Sacchi. «Mientras como, no», contestó.
9- Barcelona de Guardiola: Cruyff inventó un estilo, Rijkaard le dio forma y Guardiola alcanzó la perfección. Fue el Barça del sextete, de los seis títulos. Extremos pegados a banda, un 4-3-3 que atacaba desde una línea defensiva en campo rival y una monopolización del balón total, donde el equipo contrario podía quedarse en un 20, 25% de posesión. Xavi e Iniesta llevaban el timón, pero por si fuera poco había un extraterrestre: Messi.
10- España del triplete: Luis Aragonés decidió prescindir de Raúl y Cañizares y engendrar a la madre de todos los equipos. La única selección que ha sido capaz de ganar Eurocopa-Mundial-Eurocopa. Un canto al fútbol, una banda sonora perfecta donde la superioridad es tal que aburren de lo buenos que son. El guión es así: posesión, toque, movimiento, gol, victoria y campeonato. Fácil de decir, difícil de hacer, aunque no tanto si se tiene una Santísima Trinidad como Xavi, Iniesta o Silva en el medio, el mejor trío de porteros del mundo (Casillas, Valdés, Reina), la mejor defensa de siempre (Alba, Ramos, Piqué, Puyol) y un ataque de ensueño.
Y para ti, ¿cuál es el mejor equipo de la historia?