Última actualización 5 noviembre, 2013 por Julio Muñoz
Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los seleccionadores a la hora de confeccionar una lista para un Mundial es el de la inclusión de tres porteros. En ocasiones, un país contiene un ramillete de buenos guardametas que hace muy difícil la elección de únicamente un trío. Más aún, decidir quién debe de ser el titular. En España y en el Real Madrid está el más claro ejemplo de ello en la actualidad. Por ello, hoy en Colgados por el Fútbol viajamos por la máquina del tiempo para rememorar los que fueron los mejores tríos de porteros llevados jamás por una selección nacional a un Mundial.
1- España en el Mundial de 2010: Iker Casillas-Pepe Reina y Víctor Valdés.
España siempre ha sido tierra de buenos porteros. Pero en el 2010, la elección de Vicente del Bosque fue de lo más dura. Dejó fuera a Diego López a última hora y no pudo llevarse a hombres como Andrés Palop o Dani Aranzubia. El motivo era claro. Tenía a tres de los mejores arqueros del mundo en sus filas. El portero titular del Real Madrid, del Barcelona y del Liverpool. Cuatro años después todo apunta a que volverán a juntarse para Brasil, si bien la situación personal de cada uno ha cambiado mucho.
2- Italia en el Mundial de 1998: Francesco Toldo, Gianluca Pagliuca y Gianluigi Buffon.
Italia siempre ha gozado de la suerte tener excelente guardametas. En 1998, posiblemente gozó de la mejor selección posible en la portería. Un veterano Pagliuca, un prometedor Buffon y un experimentado Francesco Toldo que ejercía de titular. Inexpugnables por arriba y por abajo, colocación, talento, seguridad, posiblemente no habría adjetivos para definir a estos tres monstruos.
3- Alemania en el Mundial de 2006: Jens Lehmann, Oliver Kahn y Timo Hildebrand.
Alemania es otra de las potencias que siempre ha tenido la suerte de poder completar un verdadero trío de ases bajo los tres palos. Pero en 2006, en su Mundial, quién debía ser el portero titular de la selección se convirtió en debate nacional. Lehmann estaba haciendo una temporada espectacular en el Arsenal y Khan…ya en su cuesta abajo era Khan, el portero que había sido nombrado mejor jugador del Mundial de 2002. La elección no fue fácil pero para sorpresa de muchos fue Lehman el que se llevó el gato al agua.
4- Alemania en el Mundial de 1990: Bodo Illgner, Raimond Aumann y Andreas Koepke.
Alemania ganó el Mundial de Italia 90 en parte porque contaba con figuras de la talla de Matthäus, Klismann o Brehme entre otros muchos. Pero las espaldas estaban bien cubiertas con porteros de la talla de Illgner, Aumann o Koepke, indiscutibles en sus equipos y que dotaban a la selección de una enorme competitividad.
5- España en el Mundial de Francia de 1998: Andoni Zubizarreta, Santiago Cañizares y José Francisco Molina.
Posiblemente ese verano España llevó la que es la mejor convocatoria de la historia. Delanteros con mucha calidad, medios de clase y tres cracks en la portería, Santi Cañizares, José Molina y Andoni Zubizarreta que se despedía del fútbol por todo lo grande. Sin embargo, contar con este trío no supuso que parte de las opciones españolas se esfumaran por el bajo rendimiento en la portería. Nigeria, Zubizarreta y el autogol tienen algo que ver.
6- España en el Mundial de España de 1982: Luis Miguel Arconada, Miguel Ángel y Javier Urruticoechea.
Es esta elección como podría haber sido la de la Eurocopa de 1984 con Arconada, Zubizarreta y Buyo o la del Mundial de 1950 con Ramallets e Eizaguirre bajo los palos. Y es que si algo ha demostrado España a lo largo de su historia es la suerte de poder contar con extraordinarios guardametas.
7- Brasil en el Mundial de Suecia de 1958: Carlos José Castilho y Gilmar.
Dos porteros pero que dos guardametas llevó Brasil a Suecia en 1958. Gilmar era el titular y uno de los mejores porteros de la historia del fútbol. Castilho, un daltónico que tenía problemas con la visión en los partidos nocturnos pero que llegó a ser convocado en 4 Mundiales y que paraba todo cuanto le venía. Le llamaban el «hombre afortunado», tal vez porque los balones le venían a él, no él iba a buscarlos.