Última actualización 24 enero, 2015 por Alberto Llopis
El pasado mes de octubre el “clásico” del fútbol español tocó fondo televisivamente hablando. 1.279.000 personas fueron las que sintonizaron Canal + Plus para seguir las evoluciones en el terreno de juego de los dos grandes del fútbol español. Una cantidad importante para un canal que emite en cerrado pero irrisorio si tenemos en cuenta que ese día el episodio de los Simpson fue visto por 1.389.000.
La diferencia entre emitir en abierto o no hacerlo podrían justificar esas cifras. Sin embargo, el paso de las semanas vino a confirmar lo que muchos intuían y pocos se atreven a decir: la Liga no interesa ya a casi nadie. Y lo que es peor para ella, la Segunda ya le gana en audiencia televisiva.
Contundente afirmación que se reafirma a través de los datos. Esta última semana, el Espanyol-Celta fue seguido por 561.000 personas en Energy. La Liga Adelante, a través de la Sexta, ofreció a 662.000 personas el Zaragoza-Leganés. La misma cadena llegó a 619.000 espectadores con el Racing-Albacete.
Hablamos de un fin de semana en particular, pero es la tendencia de los últimos meses, tanto que Cuatro rechazó seguir emitiendo la Liga los sábados. Una semana antes, el Real Valladolid-Alavés congregó a 553.000 personas en la Sexta. El Éibar-Getafe se quedó en 373.000 espectadores, ampliamente superado por reposiciones de series como “Con el culo al aire” o Bricomanía.
En una Liga donde sólo Madrid y Barcelona interesan (y ojo, en las primeras partes, pues cuando tienen el partido encarrilado, la audiencia se va), la LFP tiene que hacer algo, y además, urgente para el bien del fútbol español.
Horarios más acordes al gran público, cadenas de televisión más conocidas, partidos evidentemente más atractivos. Cualquier paso adelante será bienvenido en una Liga que mira hacia China tanto que olvida que se juega en España.