Última actualización 1 mayo, 2014 por Julio Muñoz
Xabi Alonso será el gran ausente en la final de Champions que el próximo 24 de mayo se disputará en Lisboa. El centrocampista tolosarra que vio la tarjeta amarilla en la vuelta de las semifinales se perderá la que será su segunda gran oportunidad de levantar la más prestigiosa competición de clubes a causa de la acumulación de cartulinas amarillas.
No es la primera vez que un jugador de capital importancia para su equipo no está en una gran final. Hasta un total de 22 hombres se han perdido la final de la Liga de Campeones por reiteración de amarillas. Desde los seis de 2012 (Luiz Gustavo, Badstuber, Alaba, Branislav Ivanovic, Raúl Meireles y Ramires,) hasta grandes figuras como Roy Keane (1999), Paul Scholes (1999), Alessandro Costacurta (1994), Paul Nevdev (2003), Dani Alves (2009) o Frank Ribéry (2010) han visto truncado el sueño de jugar el partido que todo futbolista desea.
Aceptado el reglamento desde el principio de la competición, está claro que no tendría sentido cambiarlo para que Alonso jugará la gran final. Sin embargo, ¿es justa esta regla?, ¿debe cambiarse el reglamento en este punto? La respuesta parece ir reflejando una tendencia hacia un posible cambio. Los jugadores y los entrenadores ya se han quejado y parece claro que siempre y cuando no haya violencia o intención de hacer daño a propósito, el cambio puede ser positivo.
La propia FIFA ya ha tomado cartas en el asunto y en Mundiales ha abolido esta regla después de contemplar como Claudio Caniggia, otra vez Costacurta (menudo año 94) y Michael Ballack se perdieran las finales de la Copa del Mundo por dicha causa. La UEFA, de momento, calla, pero se espera que por poco tiempo.