Última actualización 25 octubre, 2013 por Julio Muñoz
Una de las grandes claves del éxito de la NBA es la imposición de unos topes salariales. Mediante esta fórmula, la liga se asegura que los equipos con más poder económico puedan pelear por llevarse a los mejores jugadores y acabar monopolizando a las grandes figuras en detrimento de otras. Según lo acordado para la próxima temporada 2013-14, las franquicias no podrán pasar de 58’675 millones de dólares en gastos de salario, dejando al margen algunas de las excepciones salariales.
Nadie parece renegar entre los espectadores de este método (más allá de los propietarios más ricos) y la competición lógicamente se beneficia. Ello nos plantea una cuestión, ¿debe trasladarse los topes salariales a Europa y más concretamente a las ligas nacionales? De sobra es conocido que se quiere que entre en vigor el fair-play financiero y que los equipos no gasten más de lo que ingresan, pero y si se busca crear topes salariales que no desvirtúen la competición.
La cosa no es fácil, obviamente. Hay muchos equipos con mayor poder económico que consiguen fichar a prácticamente quien quieren a golpe de talonario. Incluso, jeques que ponen mucho dinero para tener a sus figuras. Pero posiblemente, la imposición de un tope salarial sería una buena fórmula de igualar la competición.
En España, existen ejemplos de clubes que a nivel individual optan por imponer estos máximos. El Levante no gasta más de 350.000 euros en fichas de un jugador y el Valencia no puede pagarle a ningún futbolista más allá de 1,8 millones por temporada. Pero a nivel colectivo, la cosa es distinta.
Madrid y Barcelona gastan lo que les «pide el mercado» sin importar gastar un euro más o menos. Por contra, Almeria, Rayo, Valladolid, Elche, Levante y Celta no pueden pasar de los 14 millones de euros, prácticamente cifra muy similar a sus ingresos televisivos. Sin embargo, si hubiera establecido un tope salarial conjunto de que ningún club puede gastar más de X en fichas, seguramente la clasificación no estaría tan distorsionada.
Claro que el problema sería que los equipos españoles competerían en desventaja con Europa. Por tanto, debería de ser una norma a nivel UEFA o FIFA, que a todo el mundo le afectará por igual. Con ello, se evitarían los grandes dispendios y que los presupuestos fueran más racionales conforme la sociedad de demanda. Pura utopía.
Límite salarial en la Liga BBVA
11-14 millones: Almería, Rayo, Valladolid, Levante, Elche y Celta.
14-23 millones: Osasuna, Getafe, Granada, Espanyol y Betis.
30-40 millones: Málaga, Villarreal, Real Sociedad y Athletic 45-50 millones: Valencia y Sevilla.
65-67 millones: Atlético de Madrid.
190 millones: Real Madrid y Barcelona (no han llegado a esta cifra, según la LFP).
Límite salarial en la Liga Adelante:
7 -10 millones: Zaragoza, Mallorca y Sporting de Gijón.
3-5 millones: Las Palmas.
2,5- 3 millones: CD Tenerife, Murcia, Recreativo, Córdoba, Girona, Mirandés, Alcorcón, Ponferradina, Lugo, Sabadell, Eibar, Numancia y Alavés.