Iker Casillas, ¿el mejor del mundo o el portero con más suerte del mundo?

Iker Casillas, ¿el mejor del mundo o el portero con más suerte del mundo?

Vaya por delante que el artículo en absoluto es una crítica a Iker Casillas. Vaya también por delante que para nada es desmerecer una trayectoria profesional larga y exitosa y vaya, por supuesto, por delante que nada de lo conseguido no se logra si no es con talento, trabajo y profesionalidad. Sin embargo, apuntado esto, es de recibo hacerse la gran pregunta que muchos se cuestionan: ¿es realmente Iker el mejor en su puesto, o es el portero más afortunado de la historia?

La ida de la semifinal ante el Bayern nos dejó otra parada del guardameta madrileño salvadora. En esta ocasión a remate de Mario Götze que pudo haber significado el empate a 1 a poco de finalizar el encuentro. No lo hizo y fueron muchos los que dieron las gracias a dios y a Casillas de que el marcador visitante no se moviera.

Que Casillas es uno de los mejores porteros de siempre nadie lo duda. A sus 31 años, atesora 153 internacionalidades con España, 1 Mundial, 2 Eurocopas, 5 Ligas, 2 Copas del Rey y 2 Champions. En todas ellas, con un papel predominante. Elegido mejor portero del mundo por la IFFHS durante cinco años consecutivos (2008-2012), estamos hablando de un portero rápido, intuitivo, ágil, inabordable en el uno para uno y en tiros de media distancia. Cada vez más seguro en los balones aéreos y con el único lunar de no saber jugar bien con el balón en los pies.

Iker volvió a hacer una parada milagrosa ante Gotze.
Iker volvió a hacer una parada milagrosa ante Gotze.

Líder en el campo, tranquilo de cara a los medios, simpático con la afición y la prensa, de Iker se recuerda aquella parada que valió un Mundial a Robben, esos dos penaltis detenidos a Italia en la Euro 2008 o aquella noche de Glasgow que significó la novena. En todas esas ocasiones descritas, simplemente a un nivel colosal.

Sin embargo, no cabe duda de que en muchas ocasiones llegó al éxito por un cúmulo de circunstancias. Fue titular en el Mundial 2002 por una inoportuna lesión de Cañizares, lo será en este Brasil 2014 por la grave lesión de Valdés. En la citada noche de Glasgow, su papel estelar vino desde el banquillo pues fueron los problemas físicos de César los que posibilitaron su entrada.

Los palos parecen aliados tal y como demostró en la pasada final de Copa del Rey ante el tiro de Neymar. Los penaltis una especie de lotería donde parece salir cara en los grandes acontecimientos tal y como demostró en la tanda de Italia en la Eurocopa 2012, la Copa Confederaciones del curso pasado o el Mundial de Sudáfrica donde detuvo en cuartos una pena máxima siguiendo los consejos de su amigo Pepe Reina.

Una cosa u otra, el caso es que Iker sigue siendo un talismán para su equipo y para la selección y sigue estando en el medio de quienes le adoran asegurando que es el mejor del mundo y quienes le critican alegando que es un tipo con suerte. Un tipo muy bueno con suerte. La mejor de las mezclas.

Julio Muñoz

Periodista, especialista en fútbol internacional y retro. Escribo en Colgadosporelfutbol.com y me puedes seguir en @juliomv1982
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