¿Es bueno tener sexo antes de un partido?

¿Es bueno tener sexo antes de un partido?
¿Es bueno tener sexo antes de un partido?

¿Es bueno tener sexo antes de un partido? Un espinoso tema caballo de batalla de no pocos profesionales y que ha contado con distintas posturas a lo largo del tiempo. Desde jugadores que necesitaban salir por la noche o practicar sexo para rendir mejor hasta entrenadores inflexibles que apartaban a las novias y mujeres de sus futbolistas para evitar todo contacto que evitará una posible relación sexual.

Así por ejemplo, Berti Vogts prohibió a sus discípulos llevar a sus parejas en el Mundial 94, mientras que Rinuls Michel, el entrenador de la Holanda del Mundial 74, les permitía dormir juntos y para nada parece que les fue mal. Algo que también parece seguir Pep Guardiola, quien ni siquiera concentra a los suyos la noche previa a un partido en casa.

Clínicamente, está comprobado que el coito consume alrededor de las 200-300 calorías (el intervalo depende de las diferentes posturas a adoptar, la intensidad y la duración), lo cual es fácil de reponer con un simple bocadillo de lomo o de queso. El desgaste en realidad no es más que el que puede suponer subir unos cuarenta escalones a un ritmo normal. El problema es que muchas veces al acto sexual se le acompaña de alcohol,  trasnochamiento e incluso drogas. Es ahí, cuando en realidad sí que se deteriora el físico de un deportista.

Romario no tenía reparos en jugar un tercer tiempo. Era un futbolista de largo recorrido.
Romario no tenía reparos en jugar un tercer tiempo. Era un futbolista de largo recorrido.

Aunque algún meticuloso estudio señala que tras practicar sexo la acidificación es más grande y la frecuencia cardíaca máxima se alcanza antes, en la mayoría de casos apenas hay diferencia en el rendimiento deportivo de un jugador.  Así por ejemplo lo testifica Romario, uno de los mejores futbolistas de la historia, quien no tiene reparo en comentar que «los buenos atacantes sólo marcan goles si han mantenido buenas relaciones sexuales el día anterior. Es así como he jugado mis mejores partidos«.

Una actitud totalmente opuesta a la del brasileño Scolari quien en el Mundial 2002 soltó esta perla:  “si el individuo no tiene capacidad de administrar y reprimir el deseo sexual durante una etapa establecida, entonces en lugar de ser un ser humano es un animal”. Y es que con Felipao ni siquiera días antes de iniciar una concentración está permitido relajarse.

Bueno o malo, parece un debate eterno, como el ser humano.

Julio Iglesias representa la combinación perfecta entre fútbol y sexo. Al menos, en sus comienzos.
Julio Iglesias representa la combinación perfecta entre fútbol y sexo. Al menos, en sus comienzos.

 

Colgados fútbol

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