Dernière mise à jour 26 Décembre, 2013 pour Alberto Llopís
“Djukic seguirá esta temporada pase lo que pase”. Esas palabras mencionadas en su día por el presidente Amadeo Salvo se las llevó el viento. El técnico serbio fue destituido y su lugar lo ha ocupado, como indicaban las quinielas, Juan Antonio Pizzi, un ex del conjunto blanquinegro y actual campeón con San Lorenzo del Torneo Inicial en Argentina.
El técnico hispano-argentino llega en un momento más que delicado en la entidad valenciana, tanto a nivel económico, como social y deportivo. La crispación entre los aficionados es total, máxime cuando no se sabe aún quien será el próximo propietario del club y si finalmente Bankia aceptará la oferta realizada por el multimillonario singapurense, Pierre Lim
Pour lui, y a la espera de que los acontecimientoa se sucedan, en un sentido u otro, es buen momento para recapitular cinco momentos por los que creer en un futuro viable del Valencia y cinco por los que no:
A favor de creer en un futuro ilusionante:
1- El gran embajador de la ciudad. Ni la Ciudad de las Artes, ni la Copa América, el torneo de tenis o la Fórmula 1. Si algo representa a Valencia es su club de fútbol. Su nombre sirve para ubicar en el mapa a la ciudad a millones de personas en todo el mundo. Raro es decir Valencia en cualquier parte del mundo y que no sepan que está en España. Mucha parte de culpa, es del Valencia y de sus éxitos.
2- Un club histórico. El Valencia no es un club más. Estamos hablando del tercero en importancia en España y uno de los grandes de Europa, no en vano ha ganado la Recopa, la Coupe UEFA, la Supercopa de Europa y ha hecho dos finales en Champions. Pocos equipos pueden gozar de semejante palmarés.
3- La llegada de un salvador de la patria. En forma de inversor, jeque, magnate, podría presentarse en cualquier momento alguien que decidiera apostar por el club y salvarlo del más absoluto ostracismo. A priori, el Valencia tiene más nombre que en su día tuvo Chelsea, Manchester City o el propio Málaga. Ya se ha hecho oficial una oferta de Peter Lim por la que se compromete a hacerse cargo de la deuda y a poner otros 30 o 40 millones para fichar. Parece que no es la única, hay más. Valence, pese a todo, sigue siendo un club apetecible para muchos, que saben y creen que con una buena gestión puede ser rentable.
4- Un patrimonio importante. La desaparición del club significaría un mar de dudas para el viejo Mestalla y el nuevo. ¿Qué se harían con sus instalaciones? ¿Incluso con las personas que en la entidad trabajan? Más paro y la perdida de grandes profesionales. No sólo eso, el Valencia mueve todo un sector de prensa, tiendas oficiales y materiales deportivos. Si cayera, sería una hecatombe para miles de personas, incluidos, muchos bares.
5- Una gran afición. El Valencia ha demostrado siempre tener una gran afición a su favor. Si bien en los momentos malos es dura con el equipo, sabe recompensar a los jugadores cuando éstos se esfuerzan. Pour lui, mantener el equipo sería mantener una ilusión.
Argumentos por los que no creer en el Valencia:
1- La deuda. Plus de 250 millones de euros debe el Valencia a sus acreedores. Una situación que lejos de poder arreglarse en el futuro tiende a agrandarse si no se logra refinanciación, no se consigue entrar en Champions y la venta de jugadores no supone un fuerte ingreso como tiempo atrás.
2- Caos a todos los niveles. El principal problema del Valencia es el lío en el que se encuentra sumergido. No se sabe su rumbo y lo peor es que ni sus propios directivos lo saben, porque en realidad no se sabe quien manda y hasta cuándo lo hará. Visto así, difícilmente se puede crear un proyecto si los de arriba no saben lo que quieren. Et dans ce sens, ¿alguien se cree que puede venir un magnate y poner 400 millones de euros de forma caritativa? ¿Qué quiere a cambio? Pour aggraver les choses, la llegada de Roberto Ayala. El que fuera central del Valencia ya protagonizó una traumática salida del club con la afición echada encima y ahora llega sin saber muy bien cuál va a ser su verdadero cometido.
3- Perdida de identidad. Quizás uno de los aspectos más olvidados es la pérdida de masa social y número de abonados que el Valencia está perdiendo en los últimos años. La gente se está desengañando y ello está conllevando dejar de lado al Valencia y un pesimismo que será difícil de erradicar.
4- Una losa para la sociedad valenciana. Si el Valencia debe dinero a Bankia y la entidad financiera ha sido “salvada” por los ciudadanos y el Gobierno, resulta que en realidad lo que es el Valencia es una lacra para la propiedad sociedad, ya que le cuesta dinero y muchos ni son seguidores del club o prefieren destinar dinero a otros motivos.
5- très sportivement, un desastre. Si hablamos de que las directivas que entran y salen no encuentran solución y son incapaces de generar siquiera tranquilidad, el tema deportivo también merece especial mención. La plantilla cada año pierde calidad, las estrellas se van y a día de hoy Atlético, Barcelone, Réal Madrid, Villlarreal, Athletic o hasta Sevilla parecen tener un plantel mucho más completo que el valenciano.