Última actualización 26 octubre, 2013 por Julio Muñoz
Francia anda estos días conmocionada. El motivo la futura votación de la Ley de Finanzas 2014 que tiene previsto votar el Parlamento nacional entre finales de noviembre y principios de diciembre y que pretende imponer un nuevo impuesto para ricos que en caso de ser aprobado, hará que las empresas deban pagar un 75% del salario de todos los trabajadores que cobren más de un millón de euros. El monto del impuesto que se aplicará durante dos años (2013 y 2014) tendrá un límite de 5% de la facturación de la empresa.
Una ley basada en la progresividad que busca que sean los ricos quienes asuman el mayor gasto fiscal en detrimento de los pobres pero que ha generado un gran malestar en el mundo del fútbol, que ya ha anunciado incluso una huelga el fin de semana del 30 de noviembre. Y es que para la Unión de Clubes Profesionales Franceses (UCPF), encabezada por su presidente Jean-Pierre Louvel, de aprobarse la ley el fútbol francés recibiría una estocada de muerte.
25.000 puestos de trabajo correrían peligro y trece equipos de la Ligue 1 se verían afectados, por un importe total de aproximadamente de 44 millones de euros, incluyendo más de 20 millones sólo para el PSG. En definitiva, Francia perdería posibilidades de poder fichar grandes estrellas en relación con otros equipos europeos. Sin embargo, la cuestión, más allá de la deportiva, es clara, ¿hacen bien el Estado en tomar esta medida?
Motivos hay para ambas posturas. A favor de la nueva entrada del impuesto, está el tema social. Las capas más favorecidas deben ayudar a las más débiles. Y en ese sentido, está bien que los multimillonarios ayuden a los asalariados más inferiores económicamente. Un país como Francia, cuna de la igualdad, siempre ha estado en favor de ayudar al más débil y esto no debe cambiar. Sin embargo, deportivamente, está claro que es un golpe a la Ligue 1 y Ligue 2. Pero un golpe más externo que interno.
Porque si bien perderían fuerza con respecto a otros equipos europeos a la hora de pujar por una estrella, a nivel deportivo interno equilibraría más la liga, permitiendo que los equipos pobres puedan acercarse un poco más a los PSG, Mónaco y compañía. En realidad, quizás, la postura correcta sería la entrada del impuesto a nivel comunitario para que todos jueguen en igualdad de condiciones, aunque claro a más de uno, no le hará gracia.