Última actualización 29 noviembre, 2020 por Alberto Llopis
Te contamos el caso de algunos futbolistas que fueron secuestrados alguna vez. Los jugadores de fútbol se suelen convertir en estrellas mediáticas. Por su juventud, su forma física y sus fortunas, se convierten a menudo en el objetivo de fans y gente que quiere entrar en su circulo más cerrado.
Sin embargo, en algunos países donde por desgracia este tipo de acciones son muy habituales, también se convierten en objeto de secuestros donde sus captores buscan aprovechar todo eso que enumeramos antes para ganar un buen dinero con ellos. En otros ocurridos hace décadas, la publicidad o la situación político-social del país llevaron a algunos jugadores a vivir esta terrible situación.
Te contamos el caso de algunos futbolistas que fueron secuestrados
Alfredo Di Stéfano: la saeta rubia apuraba ya sus últimos años de carrera cuando el Real Madrid llegaba a Caracas, Venezuela. Allí, fue secuestrado el astro del fútbol que por aquel entonces gozaba de una amplía popularidad en todo el mundo.
Fue secuestrado el 24 de agosto de 1963 por las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) de Venezuela y retenido durante más de 70 horas aunque el propio Di Stéfano reconoció que fue tratado bien. Fue puesto en libertad cerca de la embajada de España y según se reveló años después, este grupo armado sólo quería publicidad, algo que sin duda consiguieron.
Enrique Castro «Quini»: el brujo como llamaban a Quini (1949-2018) sufrió también un secuestro en la convulsa España de principios de los 80. El 1 de marzo de 1981, el Barcelona ganaba 6-0 al Hércules con dos goles del propio Quini. A la salida del estadio y cuando se dirigía a su domicilio, fue interceptado por unos individuos, metido en una furgoneta y llevado a Zaragoza donde estuvo secuestrado 25 días.
En una época de problemática social, marcado terrorismo y tan sólo unos días después del intento del golpe de estado del 23-F, se temía lo peor. Finalmente se descubrió que sus captores no eran unos profesionales del tema sino de tres personas en paro que decidieron secuestrar al ariete para intentar paliar sus problemas. Nada más y nada menos que pedían 350 millones de las viejas pesetas. Fueron detenidos.
Rubén Omar Romano: el entrenador argentino dirigía a Cruz Azul mexicano en el año 2005. El 19 de julio de ese año, tras acabar un entrenamiento con el equipo cementero y salir de las instalaciones del club, fue interceptado, reducido y secuestrado por una banda armada que lo mantuvo retenido durante 65 días hasta que liberado por la policía.
Andrés Estrada Morillo: el colombiano jugaba en Atlético Nacional cuando fue secuestrado a la salida de una ceremonia religiosa en el año 2000 en su país por fuerzas del Ejército de Liberación Nacional. Estuvo dos días retenido hasta que finalmente fue puesto en libertad.
Roger Martínez: el 14 de octubre de 2015 mientras jugaba cedido para Aldosivi, el fue secuestrado en el área de Buenos Aires junto a su representante. Aparecieron horas después den Avellaneda sanos y salvos aunque les habían robado hasta los calzoncillos.
Alan Pulido: el delantero mexicano se encontraba de vacaciones tras ganar la liga griega con Olympiakos en Tamaulipas, una zona de México terriblemente afectada por los secuestros y la delincuencia cuando fue interceptado a la salida de una fiesta por hombres armados en la madrugada del 28 al 29 de mayo de 2016. Tras 24 horas secuestrado, el propio jugador consiguió llamar a la policía mexicano y ser puesto en libertad.
Sobre el secuestro del delantero mexicano surgieron multitud de teorías. Algunas hablan de «montaje» del mismo y otras que el propio Pulido, como si fuera el mismísimo Chuck Norris, había desarmado a sus captores, apaleado a golpes y auto liberado.