Última actualización 6 abril, 2024 por Alberto Llopis
El pasado jueves día 24 de octubre saltaba la noticia en los principales periódicos del país; “la Ley del deporte que el Gobierno del PP está preparando pretende terminar con el fútbol en abierto”. El presidente del Consejo Superior del Deporte D. Miguel Cardenal, pretende que los partidos de fútbol en abierto sean eliminados del actual sistema de las televisiones; si finalmente queda así, producirá un nuevo escenario televisivo.
La idea que se pretende con esta nueva Ley no es mala en principio, los ingresos extraordinarios que se obtengan pasarán a financiar otros deportes y al mismo tiempo apaciguará el mundo del fútbol con la eliminación de la Ley Beckham y lo que supuso a los futbolistas el incremento del IRPF a tipo máximo. Otra ventaja será la posibilidad de conocer con más anticipación los horarios de los partidos, ahora mismo es una verdadera locura, el no tener una previsión de horarios implica que la mayoría de veces no se pueda acudir a los campos de fútbol y eso va en detrimento de la asistencia y del espectáculo.
Dentro de esta Ley, también se pretende la tan solicitada – desde muchos clubes, organizaciones deportivas, peñas, etc. – la modificación de los “derechos de las televisiones”. Obviamente, los perjudicados serán el Real Madrid y el FC Barcelona. Sinceramente, creo que deberá mejorar la competición. Los equipos que reciben en la actualidad cantidades irrisorias si las comparamos con los grandes, mejorarán su capacidad económica y podremos – en principio – asistir a encuentros más nivelados si parte del dinero recaudado se destina a fichajes de jugadores de mejor nivel técnico.
Toda Ley no es un cumulo de bondades. Ahora mismo escribiendo, me vienen a la memoria los principios de los años 80, donde los aficionados al fútbol solamente podíamos ver – cuando se podía – los encuentros que tu equipo jugaba en casa, el resto se podían seguir oyendo al mismo tiempo en la radio. El programa decano “Carrusel Deportivo” era sin duda el más oído. Los periodistas deportivos como Andrés Caparrós, José Joaquín Brotons que fueron los percusores del ideólogo de esos programas deportivos y Bobby Deglané, si que deleitaban con sus retransmisiones las tardes de los domingos, sin olvidar a D. Joaquin Prats Cañete, radiando de manera magistral los derbis del momento.
Qué tiempos aquellos, eso era retransmitir un partido, ahora lo importante es convertir este periodismo en “prensa del corazón”. Me pregunto ¿por qué me acuerdo de estas batallitas?, a los ingenieros del merchandasing ,de la comunicación y del negocio del fútbol se les olvida que la prioridad de estos momentos para muchas familias españolas es poder comer , pagar los recibos de luz y agua.
Muchas de ellas, no tienen dinero para pagar programas de televisión, ni mucho menos pagar las entradas desorbitadas a los campos de fútbol. Lo único que queda en estos momentos, es poder asistir desde el sofá al partido en abierto que compasivamente los dueños de las retransmisiones nos dejaban. ¿Qué va a ser de los muchos colgados por el fútbol que no puedan ni tan siquiera ver algún partido en abierto?. Reflexionando, campos vacíos y una desafección por el fútbol cada día más acentuada. Esperemos que cualquier paso que se dé desde estamentos públicos sean tomados para agrandar este deporte, el fútbol.