Última actualización 18 septiembre, 2020 por Alberto Llopis
Jordi Cruyff sufrió el peso de su apellido. En la década de los 70´s, como todos nuestros lectores saben,Johan Cruyff brilló con la camiseta de Holanda y la del Barcelona. Su estela de jugador alcanzó tal magnitud que muchos lo sitúan entre los mejores jugadores que han pasado por la historia de este deporte.
Veinte años después, en la década de los 90´s, Cruyff entrenaba al Barcelona con la misma maestría con la que lo dirigía sobre el campo en sus mejores momentos como futbolista. Su «Dream Team» hizo historia pero cuando su etapa como entrenador culé empezaba a decaer, surgió la figura de su hijo, de Jordi Cruyff.
Jordi Cruyff, un buen futbolista marcado por su apellido
Nacido en Amsterdam el 9 de febrero de 1974, Jordi fue un buen jugador, de un nivel técnico alto y llegó a ser un muy buen futbolista de primera división que incluso llegó a ser internacional con holanda, como su padre. Pero lo cierto, es que el peso del apellido lastró su carrera y más todavía tras debutar en el primer equipo de la mano de su progenitor, lo que multiplicó las especulaciones sobre su enchufe. Algo que suele pasar en estos casos en todos los campos de la vida.
Lo cierto es que Jordi, no hizo mucha carrera en el Barcelona, quizás si en vez de Cruyff, su apellido hubiera sido Sánchez, hubiera tenido mejor reconocimiento, ya que seguir la estela de su padre era cuanto menos casi imposible.
Una buena carrera como futbolista de élite
Aun así, no se puede quejar de carrera. Salió del Barcelona para jugar en el Manchester United, donde permaneció durante 4 años, después volvió a la Liga española para jugar en el Celta, Alavés (con el que jugó la final de la UEFA en 2001) y Espanyol y acabó su carrera en el Valleta de Malta, club donde se retiró en 2010.
Con el Alavés incluso llegó a jugar la final de la UEFA, en aquella mítica final que ganó el Liverpool por 5 goles a 4 al equipo vitoriano. Con Holanda, participó en la Eurocopa de Inglaterra en 1996. Sin duda, una gran carrera para un futbolista al que su saga, quizás perjudicó más que favoreció.