Última actualización 7 octubre, 2024 por Alberto Llopis
¿Quiénes son los mejores jugadores ingleses de la historia? Inglaterra, el país donde nació el fútbol y tantos otros deportes. El país de una de las mejores ligas del mundo, donde más y mejor vive la afición el aroma del balompié. Inglaterra, el país que no jugó un Mundial hasta 1950 por creerse los inventores, y con razón, del juego, siempre ha tenido fama de respirar fútbol por los cuatro costados. Sin embargo, su historia nos deja apenas un Mundial logrado en casa en 1966 y alguna que otra semifinal y final importante en copas del mundo o Eurocopas.
Pero no por ello, conviene infravalorarla. Más bien todo lo contrario, a modo homenaje, repasamos los que han sido los mejores jugadores nacidos en Inglaterra de la historia a nuestro juicio.
Los mejores jugadores ingleses de la historia
Bobby Charlton: el superviviente del desastre aéreo de 1958 encabeza la lista de mejor jugador inglés de la historia. Muy rápido, intuitivo con mucha visión y una excelente llegada desde la posición de delantero o extremo, pocas veces en las Islas Británicas se ha visto algo parecido a lo que fue este fenómeno del United que contribuyó enormemente a recuperar a un club hundido y hacerlo campeón de la Copa de Europa en 1968 y a ganar tres Copas de Europa. Máximo goleador de la selección inglesa con 49 goles en 106 encuentros, jugó cuatro mundiales a lo largo de su carrera, saliendo vencedor en el de 1966, donde además marcó tres goles.
Gordon Banks: el cerrojo del Mundial del 66. Si en Inglaterra no suelen haber buenos porteros, Banks es la excepción. Su agilidad, su rapidez de reflejos le hacían ser un gato bajo los tres palos. Seguro por arriba, tiene el honor de ser el hombre que hizo la parada del siglo en el ya famoso cabezazo detenido a Pelé. 73 veces internacional, sus 15 años en la portería marcaron un antes y un después en Inglaterra.
Bobby Moore: considerado por muchos uno de los mejores defensas centrales de la historia. Con una estatua en pleno Wembley, lo que indica su grandeza, Moore sabía sacar la pelota controlada, cortar las internadas contrarias con la elegancia de un fino estilista y ser duro cuando tocaba. La perfección hecha central. Uno de los mejores jugadores ingleses de la historia.
Stanley Matthews: casi todo el mundo sabía lo que iba a hacer, pero casi nadie conseguía pararlo. Era la Ley de Murphy del fútbol. Si lo puede hacer lo hará y caerás. Y efectivamente, así sucedía. . Un control de película, gran capacidad de regate y rápido como un rayo. También era un jugador inteligente, que sabía cómo pasar la pelota pues no en vano era considerado uno de los mejores centradores del mundo. Así era Stanley Matthews, el hombre que jugó hasta los 50 años y que consiguió ganar el primer Balón de Oro de la historia en 1956.
David Beckham: odiado por muchos, Beckham ha tenido su importancia en el fútbol mundial y no poca. Para empezar, ha sido uno de los futbolistas que más dinero ha obtenido con este deporte, en parte porque supo hacer negocio de su persona. Más allá de ahí, nos encontramos con uno de los mejores lanzadores de falta de la historia y con un jugador de toque sublime.
Tres Mundiales jugados con Inglaterra, ganó todo lo que se podía y algo más con el United antes de irse al Real Madrid donde también cuajó una buena actuación. Sólo algunos borrones en forma de fallos clamorosos en momentos importantes empañan una vida de ensueño.
Gary Lineker: «El fútbol es un juego simple: 22 hombres corren detrás de un balón durante 90 minutos y, al final, los alemanes siempre ganan». La frase más conocido de la historia del fútbol pertenece a este inglés que a mediados de los años 80 hizo estragos en las porterías contrarias, tanto en Inglaterra como en España. Lineker es uno de los pocos futbolistas que jamás vio una tarjeta amarilla. Un auténtico caballero del fútbol.
Wayne Rooney: fuerza, potencia, técnica, visión de juego, trabajo defensivo. Rooney no es un delantero normal, es más que eso. Es el jugador perfecto, el chico que todo entrenador querría tener. Ha ganado Premiers, una Champions, un Mundial de Clubes. Estamos hablando de un delantero de enorme trayectoria que ya desde sus primeros años en el Everton destacaba. Posiblemente, el delantero más completo de la historia del fútbol inglés.
Alan Shearer: 402 goles en 17 temporadas activo dan una idea de como era este maestro del gol. Un asesino del área que tan pronto remataba al primer toque como inventaba una jugada individual, siempre entre ceja y ceja con el gol en un único pensamiento. Le faltó vestir la camiseta de un grande, pero aún sigue siendo el máximo goleador de la historia de la Premier.
Frank Lampard: además de ser un símbolo del Chelsea, además de haber sido un jugador de enorme llegada y despliegue físico, además de tener en su etapa como futbolista un excelente sentido del cambio de juego, llegó a ser el cuarto máximo goleador de la historia de la Premier y el tercer futbolista con más partidos en la liga inglesa encuentros. ¿Alguien da más?
John Barnes: jamaicano y de Kingston para más señas pero todo el mundo lo recuerda haciendo diabluras con la selección inglesa en el Mundial de 1986. Una bala en el extremo izquierdo, pasó de ser un hombre de banda a un mediocentro imaginativo a medida que iba perdiendo velocidad con el paso de los años. Dio igual, siempre destacaba, especialmente, en el Liverpool, club donde ganó no pocos títulos y donde acabó convirtiéndose en un ídolo.
Otros de los mejores jugadores ingleses de la historia
Paul Gascoine, Matt Le Tissier, Paul Scholes, David Seaman, Peter Shilton, Paul Ince, Bobby Robson, Michael Owen, Kevin Keegan, John Terry, Robbie Fowler, Steve Gerrard, Teddy Sheringham, Jamie Carragher, Harry Kane…