Última actualización 15 enero, 2020 por Alberto Llopis
¿Quién es el futbolista más rico del mundo? Desde hace mucho tiempo vemos como los grandes futbolistas se han convertido en divos multimillonarios que facturan muchos millones al año. Todo el mundo piensa en Messi, Cristiano Ronaldo, Neymar y unos cuantos más cuando se habla de millones y millones de euros por su talento futbolístico y por promociones publicitarias. Sin embargo, el futbolista más rico del mundo se llama Faiq Jefri Bolkiah. Si te has quedado con la boca abierta, te lo explicamos.
El futbolista más rico del mundo no es una gran estrella
Y es que el joven Faiq no es multimillonario por sus dotes como futbolista, al menos de momento, ya que juega en el segundo equipo del Leicester City. Nacido en Los Angeles, pero con doble nacionalidad con la de Brunei, llegó al fútbol inglés hace unos años.
Comenzó su carrera en el Newbury y en 2009 pasó la academia del Southampton. Cuatro años después, el Arsenal le ofreció su primer contrato, luego pasó por el Chelsea y ha acabado en el segundo equipo del Leicester. Tan millonario es que se gastó en un mes casi 50 millones de dolares en automóviles, relojes y en oro, según desveló el diario inglés ‘Mirror’. Todo esto cuando contaba con tan sólo 19 años. Posee mansiones y hasta tigres como mascotas.
¿Cómo puede ser el capitán de la selección de Brunei el futbolista más rico del mundo?
¿Pero cómo puede un chaval nacido en 1998, que juega en las inferiores del Leicester y que es el capitán de la selección de Brunei, tener ese nivel adquisitivo? Muy fácil, porque su fortuna no sale del fútbol. Faiq Jefri Bolkiah es sobrino de Hassanal Bolkiah, Sultán de Brunéi, un diminuto estado de 430.000 habitantes que cuenta con enormes reservas de petróleo y gas.
Una familia con tanto nivel adquisitivo que el padre de Faiq, hermano del sultán, alquiló en su momento a Michael Jackson para su fiesta de cumpleaños. No sabemos si llegará lejos en el mundo del fútbol, pero seguramente hambre no pasará si eso no ocurre. Este caso nos recuerda al de Peter Rufai, el portero que era príncipe en su país.