Última atualização 28 abril, 2013 por Julio Muñoz
El Real Madrid venció al Atlético Madrid (1-2) no Vicente Calderón, en el partido correspondiente a la trigésimo tercera jornada de la Liga BBVA, y alargó la maldición colchonera ante un conjunto blanco que coge moral para el vital enfrentamiento del martes ante el Borussia Dortmund en la vuelta de las semifinales de la ‘Champions’ y donde tendrá que remontar el 4-1 de la ida.
El conjunto dirigido por José Mourinho logró su cuarta victoria consecutiva en el campeonato y la novena a domicilio esta temporada tras el varapalo sufrido en la cita europea. Por sua parte, el Atlético vuelve a la senda de la derrota tras su último traspié ante la Real Sociedad (0-1) no dia 27 y suma un ‘derbi’ más sin poder vencer al Real Madrid tras la victoria el 30 outubro 1999 (1-3).
Con Pepe y Khedira en el pivote y con la baja de Cristiano, el encuentro comenzó con un ritmo frenético y con el Atlético presionando con mucha precisión la salida de balón de los blancos. Muestra de ese ímpetu, no tardó en asestar el primer golpe. Tras un lanzamiento de falta de Gabi y un mal despeje del meta Diego López, el balón quedó para Godín y puso un centro en bandeja para que Falcao adelantara a los locales a los cuatro minutos de juego con un remate de cabeza a puerta vacía y lograse su tanto número vigésimo séptimo del campeonato.
Con el gol, el Real Madrid quedó anestesiado y sin apenas lucidez para hilvanar jugadas de peligro. En frente, un equipo colchonero enérgico y que entramaba peligro siempre que se disponía a atacar. Pero cuando mejor estaban los de Diego Pablo Simeone, el balón parado se convirtió en el arma más poderosa. Esta vez para los blancos tras botar una falta Di María y que propició que Juanfran mandara el esférico sobre la meta de Courtois y firmara el empate (1-1).
Firmadas las tablas, el partido se convirtió en un continuo devenir en ambas áreas. Un ida y vuelta sin descanso pero falto de precisión y con una gran concentración del juego en la zona de creación. Tan alocado, el duelo precisaba de contundencia y concentración. Superados los primeros 25 minutos de juego, era el Atlético el que llegaba con más entereza a los últimos metros y fue de nuevo a través de una falta desde el costado cuando Godín estuvo a punto marcar el segundo tras un centro milimétrico de Koke.
A falta de cinco para el descanso, los de José Mourinho espabilaron y buscaron con más ahínco la portería local. Un mano a mano de Benzema frente a Courtois acabó con el portero desviando el disparo después de un gran pase de Di María. Sin tiempo para el respiro ni para el recreo, los visitantes a punto estuvieron de ponerse por delante.
Tras el parón, no decreció el arrojo del duelo. Con los locales llevando la iniciativa y el Real Madrid esperando el despiste, llegó la primera ocasión de la segunda mitad tras un remate de cabeza de Raúl García que atajó con problemas Diego López. Sin la participación de Kaká y Khedira en el mediocentro, los blancos tenían muchos problemas en la organización del juego. Y sin la explosividad de Cristiano sobre el campo, los de José Mourinho echaban de menos esa iniciativa en Benzema y Morata.
Mientras, los rojiblancos eran dueños y señores del esférico y aprovechaban a la perfección la movilidad de Koke y Mario Suárez en la medular. Muestra de esa rapidez en la posesión y tras una pared entre Diego Costa y Gabi, sirvió para que el centrocampista español desbaratara la ocasión para firmar el 2-1. Pero cosas del fútbol, cuando más mermado estaba el Real Madrid apareció Di María para la resurrección, para voltear el partido (1-2).
Sin apenas tirar a portería, los visitantes habían rentabilizado al máximo sus llegadas a cuentagotas. Con escasez de pausa y de control, Xabi Alonso ingresó en el terreno de juego para intentar convertirse en la brújula blanca. Congelado el Atlético en una noche gélida a orillas del río Manzanares, los locales se habían desinflado. Más entero y centrado, los merengues tenían la estabilidad que tanto anhelaban.
A falta de 15 minutos para el desenlace, los de Diego Pablo Simeone daban entrada a Adrián con el objetivo de ganar entereza en la zona de ataque y a Cristian Rodríguez para recuperar la mordiente. Con más corazón que cabeza, los locales intensificaron su juego con la necesidad de igualar el encuentro y sumar un punto en la recta final. Pero fue sin éxito.