Última atualização 16 novembro, 2012 por Julio Muñoz
La temporada pasada el Levante asombró a todos los aficionados del fútbol español acabando la temporada en la parte alta de la tabla, clasificando incluso para competición europea, donde el equipo granota se encuentra inmerso.
Asombró sobretodo por su forma de jugar, con el cuchillo entre los dientes, dando hasta la ultima gota de sudor sobre el césped. Con jugadores de calidad también, el equipo granota era capaz de ganar cualquier partido, contra cualquier rival, tumbando al Real Madrid y poniendo al Barcelona contra las cuerdas.
El entrenador JIM, un hombre que pese al éxito, no consiguió ganarse a la hinchada granota ni según dicen a gente del mismo club. Tan rara fue la situación que incluso, la plantilla lo dejó fuera del reparto de la prima por jugar en Europa. Mesmo assim, como es lógico debido al éxito, el entrenador siguió al frente del equipo y se mejoro su sueldo.
En cualquier estadio al que visitaban, los rivales sabían que como mínimo iban a tener que sufrir para ganar al conjunto granota. Bajo la excusa de ser el presupuesto más de Primera División se pueden argumentar muchas cosas, pero lo cierto que ese “San Benito” que a la hora de rodar el balón importa muy poco, también se llevaba la temporada pasada y el equipo granota hacia sufrir a quien fuera.
Lo cierto es que este año sin ser mala la situación y siendo pronto todavía, estando invictos en Europa y habiendo ganado casi todos los puntos en casa, pero también es cierto que las dos victorias en Liga han sido en los últimos minutos y después de remontar el partido. Fuera de casa ha perdido los tres partidos que ha jugado y ha encajado la friolera de nueve goles.
La valoración es la tremenda perdida de identidad de un equipo que parece haber perdido la garra que le caracterizaba, la lucha, la capacidad de poner en aprietos a un rival pero sobretodo la humildad. Con algunos jugadores fuera de forma, lo que más debería de preocupar es la nula capacidad de autocrítica de JIM, incapaz de corregir sus errores y incidir en ellos una tras otra.
Esta claro que no pasa nada, pero lo que esta más claro aun es que el Levante ha perdido su identidad y cuando un equipo pierde su identidad no suele acabar bien, hay tiempo y se puede corregir, pero si no vuelve a esa senda, podrían meterse en problemas.