Última atualização 29 agosto, 2013 por Julio Muñoz
Leo Messi se está convirtiendo en los últimos años en el gran eje del Barcelona. Por el argentino todo parece pasar. La mayor parte de las jugadas acaban en él, los goles son cosa suya y su peso en el vestuario va en aumento hasta niveles insospechados. Mas, ¿y cuándo no está acertado? ¿Qué pasa? Pues que el cuadro catalán entra en una espiral peligrosa convirtiéndose en un buen equipo pero batible y vulnerable.
É por ele, que surge una cuestión que pocos quieren abordar pero que conviene tener en cuenta: ¿es perjudicial Messi a día de hoy el Barcelona? ¿Convendría valorar un multimillonario traspaso por él?
bem, vayamos por parte y expongamos cinco argumentos por los que sería barajable una posible venta:
– Su enorme influencia en el juego. Se ha escuchado ya decir a Messi que el equipo debe jugar para él, la auténtica estrella de la plantilla. Tello ha sido la última víctima, Villa, Ibrahimovic ya lo padecieron antes. Se juega por y para Messi, el resto no existe, apenas tiene derecho a reivindicarse, especialmente si son atacantes. Ello condiciona el juego hasta el punto de jugar sin delantero centro y quedarse sin referencias cuando se ataca en estático.
– Y lo que es peor en relación a este primer aspecto. Se desubican jugadores. Su salida daría espacios a Neymar, condenado si todo sigue igual a jugar de extremo sin apenas capacidad para asociarse por el centro en lo que supone un enorme problema para explotar parte de sus virtudes. Su salida, le daría más libertad y sobre todo, significaría la vuelta de un delantero centro. Y el Barcelona, no hay que olvidar esto, cuando mejor ha jugado ha sido con un punta, tipo Eto’o.
– A nivel económico. Su posible traspaso llenaría las arcas de un club necesitado de dinero al que además le liberarían de una ficha altísima. Se podría compensar su huida con la compra de nuevos cracks, menos determinantes en un principio pero más baratos. Incluso, se podrían adquirir no un megacrack, sino varios con el precio del argentino.
– El poder en el vestuario y en el club. Definitivamente, el aspecto más problemático. A un jugador no se le puede dar tanto poder porque se apropia de un club. Rosell está perdiendo en norte en este tema. Messi y su entorno han sido decisivos a la hora de fichar al Tata Martino y es él quien decide quién renueva y quién no. Pinto parece seguir por él, Valdés parece estar harto de él. El argentino empieza a crear división en un vestuario tradicionalmente unido.
– El club podría jugar igual de bien o mejor. Messi es bueno, sem dúvida. Sus goles, sus cuatro balones de oro así lo atestiguan. Pero sin él, el Barcelona también podría funcionar. Ahí está el ejemplo de España y de Argentina. Polos opuestos sin y con él que tienen resultados desiguales en los últimos años.
Conclusão: Messi es bueno, pero ni mucho menos imprescindible. En su día no lo fueron Ronaldinho, Ronaldo, Rivaldo o Maradona y el Barcelona para nada se vino abajo.