Última atualização 20 abril, 2014 por Alberto Llopis
Cualquier tiempo pasado fue mejor. ¿Quién no ha escuchado alguna vez esta frase? Pues bien ese lamento podría aplicarse al fútbol argentino que no parece vivir su mejor momento. Figuras no faltan. Tévez, presságio, di Maria, Higuaín, Messi, claro, Argentina tiene futbolistas para dar y tomar pero a nivel equipos o selección fallan, y lo hacen además estrepitosamente.
El caso más evidente es el de la selección nacional. Argentina no llega a una semifinal mundialista desde 1990, cuando alcanzó el subcampeonato con Maradona al frente. La mala suerte, el mal juego, han sido varios los factores que han impedido ver a una Argentina fuerte en los Mundiales recientes. Ni siquiera la Copa América ha sido consuelo. No la gana desde el ya lejano 1993. Y en los Juegos Olímpicos, em Londres, ni siquiera se clasificó.
Por clubes la cosa no anda mucho mejor. Nunca un equipo argentino ganó el Mundialito de clubes y hay que remontarse a 2003 para encontrar a un equipo de Argentina campeón de la Libertadores (el Boca Juniors de Palermo y Riquelme). La Liga pierde interés a pasos acrecentados y las jóvenes promesas ya no despuntan tanto como antes. Sim, salen delanteros, pero defensas o medios cuesta una eternidad captarlos al más alto nivel.
En los últimos cuatro años, la Libertadores fue cosa de Brasil y sólo Boca, de novo, fue capaz de colarse en una final en ese tiempo. En la Recopa sudamericana, son ya cinco los años donde ningún equipo argentino saborea las mieles del éxito. Malos augurios para un fútbol al que además salpica la crisis y la falta de recursos, no así la violencia, en ocasiones demasiado frecuentada en los recintos deportivos.
Possivelmente, el Mundial representa la oportunidad del cambio de tercio y de tendencia. Un ataque incomparable lleno de gol es el mejor aval, pero también la peor de las amenazas. Argentina se ha acostumbrado a vivir de las individualidades y el fútbol es grupo, unión. Algo que parece olvidado por esas latitudes. Los resultados así lo dicen.