Última atualização 29 novembro, 2013 por Alberto Llopis
Estadio Olímpico de la Paz, o Hernando Siles. Da lo mismo, que lo mismo da, para referirse al campo de fútbol de mayor altitud en todo el planeta. Ubicado en el barrio de Miraflores de la capital boliviana, deles 3605 metros sobre el nivel de mar son todo un desafío especialmente para los equipos rivales que en él juegan. Nele, el oxigeno falta, las piernas se engarrotan y la derrota es una fiel compañera de todo aquel que no se adapte a sus condiciones.
El peligro es tan latente que sólo su larga historia le impidió recibir un indulto por parte de la FIFA, cuando ésta impuso la regla de prohibir jugar a partir de los 2.500 metros de altitud para preservar la salud de los jugadores, previa campaña eso sí del presidente del país, Evo Morales y Diego Armando Maradona, escandalizado porque su selección no pudiera disputar sus partidos en su escenario habitual.
Y es que la selección boliviana ha sido desde siempre la gran anfitriona del estadio. Es cierto que sobre su césped también compiten tres equipos de la ciudad como el The Strongest, Club Bolívar y anteriormente el La Paz CF, pero el equipo nacional siempre ha sido el santo y seña del Hernando Siles desde que en 1978 se jugara el primer partido internacional en una repesca Europa/Sudamérica por una plaza para la Copa del Mundo Argentina 78 entre Bolivia y Hungría, con triunfo de la selección europea por 3 uma 2.
Todo ele, pese a que Bolivia nunca ha podido ser una potencia futbolística. Dos citas mundialistas tan sólo a sus espaldas ( Brasil 1950 e EUA 1994), el combinado de Xavier Azkargorta, porém, ha hecho de las fases de clasificación mundialistas sus auténticas conquistas. Aqui, cayó Brasil en 1993 por primera vez en una fase previa hacia un Mundial, aquí fue goleada la Argentina de Messi comandada en el banquillo por Maradona por 6-1, y aquí otras tantas selecciones a priori tan superiores fueron deshechas como un papel que se ve acometido por una tormenta.
Claro que fuera de estas eliminatorias mundialistas, también hubo otros momentos de gloría, especialmente en 1997, cuando se organizó la Copa América que la Brasil de Ronaldo, Roberto Carlos, Edmundo y compañía se alzaría contra la siempre combatiente selección local, que 34 años ya había salido campeona en esta misma competición en este mismo recinto.
Claro que no sólo del fútbol ha vivido el recinto. Su ya vieja pista de atletismo le dio para organizar los Juegos Sudamericanos, y su terreno de juego para cobijar a algunos de los grupos musicales más famosos de la historia.
Ya antiguo, pues su construcción data de 1930 a pesar de una postrera remodelación completa en 1977, es todavía capaz de albergar a 42.000 espectadores, todos ellos ya sentados desde el 2007. Todo ele, bajo una atmósfera increíble en sus gradas que se contrapone con las montañas andinas que se pueden ver desde su interior y que relucen un aspecto inmejorable de él. Y es que en La Paz, la naturaleza siempre está presente.