Última actualización 26 enero, 2022 por Alberto Llopis
El Leeds United siempre fue uno de los históricos del fútbol inglés. Tres Football league, una FA Cup, otra Football League Cup, dos Community Shield y dos viejas Copas de Feria adornan sus vitrinas. Sin embargo y como ya te contamos en Colgados, pese a ser uno de los equipos más poderosos de los 60 sus últimos años están llenos de errores y horrores, el último la compra del club en 2014 por parte de Massimo Cellino, un hombre que ya había criado una fama no muy buena en Italia.
No es para menos, se cargó a 35 entrenadores en el Cagliari en 22 años y lo primero que hizo al llegar al Leeds fue eso, cargarse al que habia. Obsesivo a más no poder, odia el número 17 por algún motivo que hace que no pueda ver ese número. De hecho, acabó con la fila 17 del estadio del Cagliari imponiendo la 16b y a su llegada a Leeds, despidió al veterano portero Paddy Kenny porque había nacido un día 17. Por supuesto en el equipo nadie lleva el 17. Casi nada.
Además de sus locuras, contrató a un entrenador de una división menor porque le cayó bien en una fiesta y después lo tiró a la calle. En el poco tiempo que lleva en el Leeds ya lleva más de cinco entrenadores echados a la calle. Son como un melón, no sabes si te gusta hasta que no lo abres, dice el italiano nacido en Cerdeña sobre los técnicos. El «manglia-allenatori», come entrenadores en español, le llaman en su tierra.
Con un pasado turbio por temas legales en Italia, en el verano del 2014 provocó una auténtica invasión de jugadores italianos de un nivel un poco dudoso para un cuadro que ha llegado durante esta temporada incluso a sufrir por mantener su puesto en la Championship, la segunda categoría del fútbol inglés. Visto el panorama ya tiene mérito haber salvado la categoría. Pero la historia no ha acabado.
Cellino, que pasó los filtros que se supone que el fútbol inglés pone para que dueños turbios o excéntricos se hagan cargo de un club y lo hundan, fue inhabilitado por evasión fiscal en Italia y le prohibieron dirigir el club por lo menos hasta el 10 de abril de 2015. El italiano amenazó con no volver y se llegó a hablar de que el actor Rusell Crowe iba a comprar el club tras un tweet que el propio actor puso en la conocida red social. Un desastre para un club histórico con una afición muy numerosa que no se merece el bochorno por el que está pasando. Veremos como acaba la historia.