Última atualização 24 dezembro, 2023 por Alberto Llopis
Si no eres un chavalín de los de ahora y eras de esos que jugaba al fútbol en la calle, en cualquier campo de arena o plaza, conocerás el Mikasa, a bola que marcou sua infância y posiblemente alguna parte de tu cuerpo. Y es que se trataba de una auténtica bala de cañón que si se mojaba y cogía arena, ya se convertía en un arma terrible. Una pelota que era capaz de calentarte aunque estuvieras jugando al fútbol en Turkemenistán o en Siberia.
El Mikasa era y es, el balón más duro de la historia
Una piedra, que pesaba 3 veces más que una pelota normal de su época y 40 veces más que una de hoy en día. De textura tan dura que si se te ocurría darle de cabeza, perdías 3456 neuronas de golpe, quase nada. Acumulaba punterazos y aún estando deshinchada, seguía siendo una roca.
El Mikasa te curtía, habría que ver a algún chaval de los que juegan hoy en categorías de fútbol base e incluso algún profesional, jugar con él, con las botas de fútbol antes y en los campos de patatas que se jugaba al fútbol hasta hace alguna década.
El balón más resistente de la historia se sigue vendiendo
Pois sim, pese a que el Mikasa fue el símbolo del fútbol amateur de la tierra y el barro de los 70, 80 e incluiu 90, resulta que se sigue fabricando y vendiendo. Según los datos que da la propia marca, al parecer venden unos 300.000 ao ano.
E você, jugaste alguna vez con uno de ellos? ¿lo recuerdas?, ¿viviste eso de “duele más que un pelotazo de un Mikasa”?, ¿le diste algún punterazo de los de la época o quedaste conmocionado y con él marcado en la frente tras despejar una jugada? Cuéntanos más sobre tu experiencia con el mítico balón más resistente de la historia del fútbol amateur.