Última atualização 5 novembro, 2013 por Julio Muñoz
El Consell valenciano ha anunciado el cierre de la televisión autonómica valenciana después de que la Justicia finalmente decidiera dar la razón a los trabajadores afectadores por el ERE y ordenar la readmisión de éstos. Un alto coste inasumible por la televisión pública que ha ocasionado el primer cierre de una televisión autonómica en España.
Más allá de quien tenga la razón, más allá de la gestión de RTVV, lo que nos preguntamos hoy en Colgados por el Fútbol es si es bueno para el fútbol que las televisiones públicas autonómicas desparezcan, teniendo en cuenta que Telemadrid y otras autonómicas en situación económica precaria podrían seguir sus pasos próximamente.
Historicamente, el partido en abierto era ofrecido hasta la adjudicación a Mediapro, por las televisiones autonómicas. Ellas eran las que ofrecían a media España el encuentro del sábado por la noche. Ellas eran también las que posibilitaban y posibilitan de que se hable de los conjuntos de Segunda División y se informe incluso de las anécdotas, historias y circunstancias en que incurren los equipos más modestos de la Segunda División B.
Sin ellas, possivelmente, la repercusión de la categoría ya no de plata sino de bronce sería mínima. Por poner un ejemplo quien informará ahora del Alcoyano, del Ontinyent o del Olimpic de Xátiva por hablar tan sólo de algunos de los equipos valencianos pertenecientes al grupo III de la Segunda B. Y la Tercera valenciana, ¿desaparece?
Certamente, los diarios locales seguirán comentando las historietas del equipo de pueblo de turno, pero las imágenes se perderán y poco podrá saber el telespectador por su ojo de lo que ocurre en los campos más modestos del fútbol valenciano. Por no hablar, de que han sido muchas las ayudas económicas ofrecidas por las televisiones autonómicas a los equipos valencianos, durante muchos años esponsorizados por ésta a cambio de un simple logo en la camiseta o la retransmisión de un encuentro que en casos como los partidos de Segunda o Segunda B apenas les reportaba audiencia.
Podrán decir muchos que era un dispendio pagar al Valencia 203,9 millones por derechos de televisión, 152 al Villarreal y 27 al Levante durante el período 2003-2011, pero bien que los equipos lo aprovecharon. Y más aún los conjuntos de Segunda o Segunda B (alrededor de 50.000 euros por club y temporada) que evidentemente percibieron mucho menos dinero, pero de igual o incluso más utilidad.