Última atualização 1 Julho, 2013 por Alberto Llopis
Álvaro Arbeloa sufrió en la final de la Copa Confederaciones la pesadilla de tener que marcar a Neymar, posiblemente el extremo más peligroso del mundo y que duda cabe más rápido. Sus zancadas y habilidad con la pelota provocaron no pocos problemas para el lateral derecho español que pronto se vio amonestado e incluso tuvo que ser suspendido en el descanso para evitar males mayores.
Al igual que en su día le pasó a Raúl Bravo con un emergente Cristiano Ronaldo, las redes sociales no tardaron en volver a señalarlo culpable a imagen y semejanza de anteriores partidos. Incluso, muchos en lo que viene ya siendo una tendencia lo calificaron como cono. Por ele, em Enforcado pelo Futebol, nos preguntamos hoy si es Arbeloa un cono o no.
A favor de que no lo sea:
– Un gran defensor. Su capacidad ofensiva quizá no está en consonancia con el resto del equipo en España y en el Real Madrid, pero que duda cabe que es un defensa de primer nivel. Especialista en marcajes individuales, seguro y sobrio. Pocas veces, comete fallos clamorosos. Y en un equipo en el que todos atacan, nunca viene mal uno que siempre esté al quite.
– Un hombre franco. De los que dice las cosas aunque duelan. Un hombre que antepone el grupo a él y que está a muerte con cualquier entrenador. Quizás por ello, siempre acaba siendo fijo con todos los preparadores.
– Su experiencia. 51 partidos internacional y presente en la triple corona de España (Eurocopa-Mundial-Eurocopa), además de una Liga y una Copa con el Real Madrid.
A favor de que lo sea:
– Su escasa aportación ofensiva. Nunca ha marcado un gol como internacional y en toda su carrera sólo ha hecho siete goles en 370 encuentr0s. Incluso, muchos rivales optan por no cubrirle conscientes de que el peligro ofensivo del madrileño es mínimo.
– Su carácter. Decir la verdad le ha ocasionado problemas con compañeros como Casillas y en su día David Villa, a quien su contundente marcaje le desesperó.
– Amistad con los entrenadores. Se dice que juega porque es amigo de los entrenadores, no porque realmente se lo merezca y que sufre mucho cuando se enfrenta a un par peligroso con velocidad. Para algunos, desentona en un equipo de gran nivel ofensivo en el que además parece que hay muchas más opciones (Azpilizcueta, Juanfrán, Ramos…).
Independientemente de todo, está claro que el debate está servido. Para quién les escribe sin embargo, le parece una falta de respeto a un futbolista cumplidor y que siempre da el máximo. Eso es innegable.