Última atualização 22 Fevereiro, 2021 por Alberto Llopis
La Hungría del 54 deslumbró al mundo del balompié mediante exhibiciones y goleadas habituales que todavía, hoje em dia, se recuerdan con gran nostalgia. Uma equipa, que a passagem do tempo não apagou o seu mérito, mas sim o contrário, ele reconheceu. Y es que ningún equipo ha ganado con la facilidad y contundencia con que lo hizo la Hungría del 54.
Embora a grande Hungria foi construído principalmente no primeiro semestre do ano 50, Balompédica tradição dos magiares vem do início do século passado. Não em vão, ya el 12 de octubre de 1902, Ele jogou um amistoso contra a Áustria em Viena, Ele é classificado como o primeiro jogo internacional disputado entre equipes, amén de los encuentros entre las diferentes selecciones del Reino Unido.
Além do mais, batendo Rússia (12-0) em 1912 ou para a França (13-1) em 1927 Eles não fizeram nada, mas confirmam que a Hungria era uma superpotência do futebol, como se pudo comprobar en el Copa do Mundo da França 38, onde apenas do Meazza Itália na final seria capaz de parar.
La Hungría del 54, los Magníficos Magiares
Porém, Grande Hungria, que fez história seria cedo 50. Uma ninhada extraordinária de grandes jogadores encabeçada Ferenc Puskás, Sándor Kocsis, Hidegkuit o Czibor e dirigido pela Gustav Sebes que ele conquistou todos os campos e títulos possíveis, exceto a Copa do Mundo cobiçado.
este mítico “ouro por equipes” o de “Magníficos magiares”, como era chamado na época, Ele baseou sua enorme dominância em três pilares básicos e iguais de importante. Por um lado, um sistema tático inovador, basado en un 4-2-4 donde el cuadrado mágico formado por Hidegkuit (el pulmón del equipo), Bozsik (un genio del pase), Czibor (un extremo letal) y Kocsis (el mejor cabeceador de la historia) hace diabluras.
Por outro lado, una técnica inigualable, lo que unida a una condición física superior al resto, proporcionan una superioridad más que evidente que se demostraba en lo abultado de los marcadores.
El tercer pilar era quizás el más decisivo. El de contar con uno de los mejores delanteros de todos los tiempos: Ferenc Purczfeld, pseudônimo Ferenc Puskas (significa escopeta en hungaro). Este ariete de físico aparentemente pesado, gozaba de un cañón en su pierna izquierda que le hacía ver puerta con una facilidad inusitada. De fato. 84 gols em 85 partidos con la camiseta húngara, sim 721 en competiciones oficiales con todos sus equipos le valieron para ser considerado el máximo goleador del siglo XX según la FIFA.
Con esos tres ingredientes conseguidos, no es de extrañar que Hungría explotará como un equipo hegemónico. Su derrota en diciembre de 1950 contra Alemania Occidental por 3-1 iba a marcar el inicio de una racha espectacular de 32 partidos invicto en un periodo de cuatro años.
Los JJOO de Helsinki, el triunfo de los Magníficos Magiares
Un lapso de tiempo, que iba a resaltarse con títulos y conquistas de campos emblemáticos. Para empezar los Juegos Olímpicos de Helsinki, donde el equipo iba a ganar la medalla de oro superando holgadamente a sus rivales como demuestran los 18 goles en sus partidos previos a la final (2-1 a Rumanía, 3-0 a Italia, 6-0 a Suecia o 7-1 a Turquía). Ya en el partido por la gloría olímpica, un cómodo 2-0 a Yugolavia avisaba del gran peligro magiar.
También una copa Dr Gerö en 1953, competición donde participaban importantes selecciones europeas de la época como Suiza, Áustria, Checoslovaquia o Italia y defenestrada tras la creación de la Eurocopa en 1960.
Mas, sobre todo exhibiciones y goleadas para todos los gustos. Especialmente destacable la doble goleada a Inglaterra. La primera en Wembley, ele 25 de noviembre de 1953, por 3-6, siendo ésta, la primera derrota inglesa en casa. A segunda, un contundente 7-1 en Budapest el 23 Poderia 1954, en ambas con Puskás de capitán.
Goleadas que servían para conquistar Roma, o para ganar por primera vez en Moscú a la Unión Soviética. Mas acima de tudo, para infundir miedo de cara al Mundial de 1954, la gran cita donde el equipo tenía que confirmar su condición de mejor equipo del mundo.
La sensación del Mundial de 1954
La cosa empezó bien para los magiares, que en sus dos primeros partidos en el mundial suizo arrasaron a Corea por 9-0 y a Alemanha por 8-3. Los cuartos de final, siguieron con la misma línea con un 4-2 uma Brasil, en la famosa batalla de Berna, un partido de alto voltaje con muchos expulsados y juego violento que acabó con los dos equipos enfrentados en los vestuarios lanzándose patadas y botellazos que provocaron un corte de cuatro puntos al seleccionador Sebes, y acabaron con un húngaro en el hospital tras quedar inconsciente.
De novo, e 4-2 en semifinales iba a servir para confirmar las expectativas del equipo. Desta vez, ante Uruguai, flamante campeón del anterior Mundial del 50, e invicto desde la creación de los mundiales (ya que no participó en 1934 sim 1938). No fue fácil a pesar de la contundencia del marcador, pues solo la prórroga y la cabeza de Kocsis evitaron la derrota charrua en un partido marcado por una incesante lluvia que dejó el terreno de juego impracticable a causa del barro.
El último obstáculo debía ser de nuevo Alemania, ele 4 De Julio, un puro trámite si se tiene en cuenta que en la fase de grupo, Hungría había goleado a los teutones por 8-3. E 2-0 inicial nada hacía presagiar lo que iba a ocurrir. Alemanha, siempre cabezona e insistente, era capaz de dar la vuelta al marcador y arrebatarle el Mundial a Hungría, en un partido donde los magiares estrellaron hasta tres balones a la madera y tuvieron una decena de oportunidades muy claras.
Con un campo muy resbaladizo por causa de la lluvia, unas botas con tacos adaptados a suelo mojado, recién creadas por la marca alemana Adidas para la selección germana, permitieron a los teutones adaptarse mejor al terreno de juego y conseguir una de las mayores sorpresas de la historia del fútbol.
Este foi o único ponto de uma equipe que mais tarde veio para ficar 18 mais jogos invicto. Não obstante, nebulização não apenas a imagem de uma equipe que varreu a Europa até que finalmente em 1956 Revolução quebrou Budapeste e muitos dos seus jogadores tiveram que ir para o estrangeiro.