Última atualização 5 abril, 2024 por Alberto Llopis
En el Mundial celebrado en Inglaterra en 1966 hubo un héroe que no era ni jugador ni técnico, é mais, ni llegó a pisar un terreno de juego. Na realidade, tampoco era ni humano. Pensarán que estamos tan colgados por el fútbol que hemos perdido el norte pero no, queremos contarles una historia de esas que quedan para siempre en la memoria a los aficionados al fútbol. Estamos hablando de Pickles, el perro que se convirtió de la noche a la mañana en héroe nacional e internacional.
El trofeo estaba expuesto en Londres. Ele 20 de Marzo de ese mismo año, fue robado y el Mundial, estaba en el horizonte a unos pocos meses de llegar a tierras inglesas. En las noticias, se había informado sobre el valor de éste. Nada mais e nada menos do que 30.000 libras esterlinas de la época. El robo se produjo cuando se estaba realizando otro acto. Tenían la descripción de un sospechoso visto en las inmediaciones. La federación inglesa hizo una réplica por si el trofeo no aparecía pero al final si que lo hizo. La historia de como se consiguió es casi de película.
Unos días después de su desaparición, un ciudadano de la metropoli inglesa, David Corbett, estaba paseando a su perro, una mezcla de border collie con otras razas llamado Pickles. El can, comenzó a ladrar y a escarbar al lado de unos setos. Cuál fue la sorpresa del dueño que encontró la copa envuelta en un periódico.
Fue a Scotland yard y se detuvo a Edward Bletchley, el cual también, había pedido un rescate por el trofeo. Pasó dos años en la cárcel y poco después de salir murió de un efisema. Ganó Inglaterra el mundial y Pickles se convirtió en todo un ídolo, recibió como premio comida para un año y realizó una película. La vida le depararía una muerte poco honrosa, ya que un día persiguiendo a un gato, su correa se enganchó y murió asfixiado. Triste final para este can que se convirtió en todo un ídolo nacional.