Última atualização 11 dezembro, 2013 por Julio Muñoz
Hay un dicho que dice que lo que no puede ser no puede ser y además es imposible. En fútbol, casi todo parece posible pero sí que es cierto que hay partidos o rivales que se atraviesan. En el caso de selecciones, son muchas las campeonas del mundo que no pueden ganar a otras de tal condición por mucho que se enfrenten. Por ele, em Enforcado pelo Futebol, repasamos hoy aquellos verdugos más recurrentes de los grandes combinados nacionales.
- 1.España:
Espanha-Itália: la selección nacional cerró con Italia una deuda en 2008 al eliminarla por penaltis. De 1934, 74 años sin conocer la victoria en partidos oficiales y dos eliminaciones dolorosas en cuartos de final de Mundiales.
España-Argentina: o “Roja nunca ha ganado en terreno sudamericano a Argentina y en su único enfrentamiento en Mundiales cayó 2-1 em 1966.
España-Brasil: España ha jugado seis partidos oficiales con Brasil y sólo una victoria, en el lejano Mundial de 1934.
- 2. Alemanha:
Alemania-Italia: Alemania no gana a Italia desde 1995, casi nada para una triple campeona del mundo. Pero ahí más, Alemania nunca ha ganado a Italia en partido de fase final de un campeonato mundial o europeo en sus ocho duelos confrontados. Por el camino, la épica semifinal de 1970, del Mundial 2006 o de la pasada Eurocopa.
Alemania-Brasil: Alemania nunca ha ganado a Brasil en partido oficial, si bien sólo se han medido una vez, na final da Copa do Mundo 2002.
- 3. Brasil:
Brasil-Francia: los galos son un verdadero quebradero de cabeza para los pentacampeones. Tanto que de cinco duelos oficiales, sólo uno cayó del lado brasileño, la semifinal del Mundial de Suecia en 1958. Por el camino, la eliminación en México 86, la final de 1998…
- 4. França:
França-Alemanha: en partidos de fase final, Francia no derrota a Alemania desde 1958 en el Mundial de Suecia.
- 5. Inglaterra:
Inglaterra-Portugal: em 1947 eles “pross” le marcaban diez tantos a los lusos. Em 1966 los apartaban del sueño de la final de un Mundial, desde entonces, siete partidos oficiales y ninguna victoria. Derrotas dolorosas, como las dos últimas, dictaminadas a través de las tandas de penaltis.