Última atualização 3 abril, 2024 por Alberto Llopis
Las mejores anécdotas del Mundial de Uruguay 1930. El “padre” de la Copa del Mundo, el francés Jules Rimet, que había sido abogado, árbitro de futbol y dirigente deportivo, fue designado presidente de la FIFA en 1921. Desde 1924 había formado una comisión que tenía la finalidad de verificar si existían las condiciones para la creación de una competencia mundial de futbol ajena a la de los Juegos Olímpicos.
Tuvo que sortear muchos inconvenientes, entre ellos la retirada de la FIFA de las federaciones británicas, en esos tiempos consideradas como “los maestros”. Porém, con su impulso y decisión logró que se acordara la celebración en 1930 de una “competición abierta a las selecciones de todas las federaciones asociadas”.
El Mundial de Uruguay de 1930: El primero de la historia
finalmente, se decidió asignar la organización del primer campeonato del mundo en 1930 al Uruguay. La decisión tenía muchos fundamentos: los dos triunfos de la “celeste” en los Juegos Olímpicos de 1924 (Paris) sim 1928 (Amsterdam), a la época la única manifestación que podía considerarse como “un mundial” de fútbol, lo que daba a los uruguayos un primerisímo nivel.
Decidida la sede, se necesitaba un trofeo para premiar al campeón de la competencia. Realizada en oro macizo, média 30 centímetros de alto y pesaba 1.8 kilos, aunque contando la base de mármol, pesaba casi cuatro kilos. El trofeo sería asignado al campeón en turno, que se lo quedaría durante cuatro años, hasta la celebración del torneo siguiente. Igualmente se estipuló que pasaría a ser propiedad de la nación que ganase la Copa del Mundo en tres ocasiones.
Se creó también el cartel publicitario para este primer mundial. Un detalle curioso: el cartel mantuvo las fechas previstas originalmente para inicio y término del mundial, 15 de julio al 15 de agosto. finalmente, se jugó del 13 ai 30 De Julio, pero el cartel no se modificó.
La dificultad para llegar a Uruguay en aquella época
A falta de dos meses para su inauguración, fijada para el 13 de Julio, ningún país europeo había hecho llegar a la FIFA su solicitud de inscripción. Jules Rimet tuvo que llevar a cabo una ardua labor diplomática para convencer al menos a cuatro naciones del viejo continente, Bélgica, Romênia, Yugoslavia y Francia, con lo cual el carácter “mundial” de la gesta quedaba asegurada.
Toda una odisea la travesía de los cuatro equipos europeos para llegar a Montevideo. Primero, el viaje en tren para llegar a su respectivo puerto de embarque.¿Entrenamiento mientras tanto? Como se puede ver en la foto, tomada al equipo rumano, fue básicamente gimnasia, obviamente, nada de fútbol.
13 equipos participaron en Uruguay 1930
Con toda esta incertidumbre, no fue hasta el 11 De Julio, dos días antes de la inauguración del Mundial, que, ya presentes las 13 naciones participantes, se realizó el sorteo. Argentina, Chile, França, México, Brasil, Bolívia, jugoslávia, Uruguai, Perú y Rumania, EUA, Paraguay y Bélgica fueron los primeros participantes.
El primer partido del Mundial enfrentó a México y Francia. Fue así que el domingo 13 de julio de 1930 en el Estadio de Pocitos, frente a un público calculado en 500 personalidades, saltaron al campo las selecciones de México y Francia para dar inicio al juego inaugural del primer Campeonato del Mundo. Aos 19 minutos, Lucien Laurent tomó un balón en los límites del área y superó al arquero mexicano Oscar Bonfiglio. Era el primer gol de la historía de los mundiales.
La selección brasileña, estaba conformada casi totalmente por jugadores “cariocas”, ya que el único paulista era el centro delantero Araken. Por este motivo regional, fue relegado del equipo el super goleador Arthur Friedenreich, en ese momento de casi 38 anos, de quien se dice hasta el final de su carrera marcó una cifra no confirmada de entre 1,239 sim 1,354 metas.
La selección de Rumania fue seleccionada personalmente por el Rey Carol II. Venció a Perú 3-1. En este juego, cabe señalar también que se dio el primer expulsado de los mundiales. Fue el peruano Mario De las Casas, por el árbitro chileno Warken
El mundial en otros tiempos. Así viajaban hasta los estadios de Montevideo los integrantes de la selección de Argentina. Estos vehículos eran llamados “bañaderas”
La primera gran final de una Copa del Mundo
Ele 30 De Julio, llegó el momento de jugarse la gran final del campeonato mundial. Se estima que 15,000 argentinos poblaban las tribunas del “Centenario”, pero eran apenas la mitad de los que se calcula intentaron llegar a Montevideo, tras cruzar el Río de la Plata en multitud de embarcaciones de todo tipo. Cuando llegaron a los muelles, el partido ya había terminado. Y los que tuvieron la fortuna de llegar a tiempo, se encontraron con la estricta revisión de los funcionarios de aduana uruguayos, ya que la consigna era que “ni un solo revólver argentino debe entrar en Uruguay.
Apenas tres horas antes del inicio del juego, la asamblea de árbitros decidió que el juego sería dirigido por el belga John Langenus, aquel que aseguraba mayores garantías de imparcialidad. Se dice que Langenus pidió un seguro de vida a beneficio de su familia y pasaje en un barco que zarpaba a Europa justo unos minutos después de la hora estimada de término del juego.
Eran otros tiempos. Ambos equipos llevaban su respectivo balón y no estaban, en modo alguno, dispuestos a aceptar aquel del adversario. Langenus tomó una decisión “salómonica”, que fue aprobada por ambos capitanes: el primer tiempo se jugaría con el balón argentino y el segundo con el balón uruguayo.
El primer gran goleador de los mundiales fue el argentino Guillermo Stábile. A Uruguay llegó como suplente de Roberto Cherro, entrando de inicio a partir del partido contra México, se dice a causa de una crisis de nervios del titular. No paró de anotar desde entonces y terminó de líder con 8 metas.