Apodado el “carnicero de Bilbao” por su facilidad para seccionar tobillos, lesionó a Maradona en una entrada tan criminal que más de tres décadas después aún se recuerda. Antes lo había hecho con Bernd Schuster que también lesionó de gravedad. Un parte troncos de mucho cuidado que jugó en la selección española varios mundiales. Era otro tiempo y otro fútbol claramente.