Última atualização 29 Julho, 2023 por Alberto Llopis
Magico Gonzalez fue uno de esos magos del balón quizás algo incomprendidos. Nacido en el Salvador, son muchos los que piensan que su talento era superior a casi todos los futbolistas de la época, incluso al del propio Diego Armando Maradona. Así mismo lo llegó a afirmar el Pelusa.
“¿Qué si soy el mejor jugador del mundo? En Cádiz hay uno mejor que yo” llegó a afirmar el astro argentino de este díscolo jugador nacido en El Salvador.
Dicen de él, que de haber sido algo más ordenado en su vida, podía haber llegado a la cúspide mundial del fútbol. Y puede que ser aquellos que lo digan no estén faltos de razón, pues este futbolista realizó jugadas imposibles que dejaron boquiabiertos a todos aquellos aficionados que acudían al por entonces Ramón de Carranza a verle cada domingo.
Magico Gonzalez, un talento al que le gustaba disfrutar de la vida
La historia futbolística de Jorge Alberto ‘Mágico’ González se remonta a sus orígenes en El Salvador, donde comenzó su carrera deportiva en el Antel, club donde maravilló hasta tal punto que en un partido contra el Club Deportivo Águila, el comentarista de aquel encuentro lo bautizo por “Mago” debido a sus habilidades con la pelota.
Su trayectoria en el Antel y después en el FAS le valió para ser seleccionado con su país para disputar el Mundial Espanha 82 donde despuntó y logró llamar la atención de varios clubes europeos como el Atlético de Madrid o el Paris Saint Germain, club con el que tuvo apalabrado su traspaso, aunque informalidades del salvadoreño evitaron que se llevara a buen puerto. finalmente, sería el Cádiz CF el equipo que se llevaría el gato al agua y lograría cerrar el traspaso de González, que ya en el cuadro andaluz paso a denominarse “Mágico”.
¿Dónde podría haber llegado Mágico González?
En el club de la tácita de Plata, se vio lo mejor y lo peor de Magico Gonzalez. Desde jugadas únicas con regates inverosímiles, hasta goles dignos de una estrella mundial. Porém, el centroamericano también tenía un lado malo: su fama de dormilón ( el club tenía un empleado todos los días cuya misión era despertar a “Mágico”) y de festero (eran constantes sus salidas nocturnas y sus borracheras) provocaba que el jugador constantemente fuera sancionado por el club por actos de indisciplina que provocaban no obstante las protestas de los aficionados, ávidos de ver el mayor talento que ha jugado en el Cádiz.
Un coleccionista de anécdotas
Su paso por el Cádiz despertó un sinfín de anécdotas curiosas, como aquel partido de semifinales del Carranza troféu, donde Mágico acudió tarde al partido y sólo pudo disputar la segunda parte con su equipo. Não obstante, dos goles suyos valieron para conseguir vencer a un Barcelona que se había ido al descanso por 0-3.
Precisamente, en el club catalán, Magico Gonzalez estuvo a prueba durante la pretemporada 84-85, aunque un presunto desalojo por un incendio en un hotel de California provocara que se frustrara su fichaje (al parecer, mientras sonaban las alarmas de evacuación y el hotel se vaciaba, Mágico se encontraba en su habitación con una chica obviando la situación). Ahí llegó a coincidir con Maradona. Habrían hecho una dupla espectacular dentro y fuera del campo. Curiosamente ninguno de los 2 estuvo finalmente en ese equipo.
Una carrera que podría haber sido más prominente
A partir daí, un paso fugaz por el Valladolid y una nueva vuelta por el Cádiz hasta 1991, año en que regresó a su país marcaron en final de la época dorada de este peculiar jugador. Después del retiro, Mágico se traslado a Houston donde estuvo en el equipo Houston Dynamo como segundo entrenador y también realizó una de sus aficiones preferidas, la de taxista. De hecho circula alguna anécdota sobre esto de algún periodista español al que llevó en su taxi durante el Mundial de EEUU 94.
Hoy en día sigue siendo recibido como un ídolo por Cádiz y es que, Mágico González fue tan bueno, que fue incluido en el salón de la fama de la FIFA. Sin duda un merecido reconocimiento para un grande que sólo hizo lo que quiso, divertirse con el balón.